El juicio de fondo en contra de Fausto Miguel Cruz, confeso asesino del ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera, se desarrolló ayer con la presentación de 30 testigos entre ambas partes.
Que Miguel Cruz gozaba de una “confianza extrema” del ministro, que eran hermanos, que tenían una estrecha relación de amistad desde hace décadas, fueron algunas de las afirmaciones que hicieron los testigos.
Pero los testigos también aprovecharon estar sentados frente al tribunal para testificar que Cruz era una persona violenta, desesperada y prepotente. “Por cumplimiento de la ley, hoy Orlando Jorge Mera no se encuentra con nosotros”, explicó el jurista Miguel Valerio, representante de la familia Jorge Villegas.
Para Valerio, todos los testigos presentados fueron categóricos al afirmar que Cruz asesinó a Orlando porque el Ministerio de Medio Ambiente no le había dado unos permisos para exportar toneladas de baterías usadas.
“Vamos seguir dando la cara por la honradez de mi padre. Como he dicho en otras ocasiones, y quiero dejar claro aquí nuevamente, no vamos a permitir que lo asesinen una segunda vez”, expresó Orlando Jorge Villegas, al salir Cuarto Tribunal Colegiado del Distrito.
La audiencia continúa esta tarde a las dos con la presentación de varios policías como testigos.
“Actuaba con aire de prepotencia”
Los testigos indicaron que como Cruz tenía una estrecha relación con Orlando y era de su entera confianza, se sentía con el derecho de exigir los permisos ambientales de manera violenta y desafiante.
“Dos meses antes del asesinato de Orlando, yo fui amenazado en mi oficina por el imputado Miguel, porque él entendía que yo era un obstáculo para lo que él pretendía que se le otorgara en el ministerio”, manifestó Edilio Segundo Florián, consultor jurídico de Medio Ambiente.
El coronel Waskar Adolfo Montilla, quien se desempeñaba como encargado de seguridad del Ministerio, relató que porque Miguel Cruz gozaba de la “confianza extrema” de Orlando, “actuaba con aire de prepotencia y de una forma abusiva”. “Una vez llegó a oficina y comenzó a darle manotazo a mi escritorio exigiéndome de forma irrespetuosa” una solicitud, contó.
Otro de los escándalos protagonizados por Miguel fue contra la empleada del despacho del ministro, Jazmín Atala, a quien supuestamente había amenazado de muerte a tal punto que la joven renunció a la institución. Antes de la primera audiencia de juicio de fondo, Miguel Cruz dejó caer una carta redactada a mano, en la que según alega, se encuentra toda la verdad.