El expelotero Miguel Tejada, que fue condenado por emisión de cheque sin fondos, aseguró ayer que sí pagó la deuda que tenía con un comerciante a quien le compraba bebidas alcohólicas para las fiestas que realizaba en Baní.
Explicó que esto sucedió cuando jugaba béisbol en Grandes Ligas. Que le dio un cheque al hombre, y como este no lo pudo cambiar, le pagó la deuda en efectivo.
Dijo que el hombre, con el cual precisó que tenía una gran amistad, falleció sin poder devolverle el cheque y fue por eso que el abogado que lo demandó asumió la deuda y abrió un proceso judicial en su contra.
“Yo le entregué el cheque el 31 de diciembre para la fiesta del 31, pero él no pudo hacerlo (el cambio) por el congestionamiento (de las festividades), entonces lo que él hizo fue que al otro día me dijo que se lo entregara en efectivo y se lo entregué en efectivo, pero no tuvo chance de devolverme el cheque y por eso sucedió lo que sucedió”, manifestó.
Dijo que cuando el comerciante falleció el abogado Henry Soto Lara “vio el cheque y empezó el caso sin decirme nada”. Indicó que la demanda en principio fue por 470 mil pesos, que, aseguró, estaba dispuesto a pagar otra vez.
“Si él me hubiera dicho que ese cheque estaba, a mí no me hubiera importado pagar otra vez con tal de no pasar todo lo que está pasando”, expresó al hablar con periodistas luego de salir de la cárcel preventiva del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, en donde estuvo dos semanas recluido, mientras se conocía una audiencia para determinar si se ejecuta la sentencia que lo condenó a prisión.
El martes, un tribunal ordenó su libertad, luego de que la Suprema Corte de Justicia fijara para el 14 de diciembre una audiencia para revisar la sentencia que lo condenó a seis meses de prisión y al pago de nueve millones de pesos a favor del demandante.