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Santo Domingo. Tras la puesta en marcha de la Operación Pandora, el Ministerio Público desmanteló una red integrada por más de diez miembros de la Policía Nacional, acusados de sustraer 900 mil municiones, las cuales presuntamente eran vendidas a bandas criminales en Haití.
Legisladores de diversas bancadas calificaron el hecho como un grave atentado contra la seguridad nacional y señalaron que evidencia la fragilidad institucional dentro de la fuerza del orden.
“El robo de estas municiones por parte de agentes que deberían proteger al ciudadano es una señal alarmante de que la reforma policial no está siendo efectiva. Declaró un congresista al ser abordado por la prensa.
