Santo Domingo –Miguel José Moya, consultor empresarial e imputado en el caso de la Operación Medusa, rompió el silencio, luego de un año de iniciado el proceso de sometimiento a la justicia que ha hecho el Ministerio Público a Jean Alain Rodríguez y otros imputados.
En una entrevista exclusiva que concedió a la periodista Julissa Céspedes, Moya defendió que no tiene nada que ver con un entramado de comunicación que ha revelado el Ministerio Público que tenía el ex procurador.
Esto para perseguir y desacreditar a comunicadores, periodistas e influencers.
Asimismo, Moya aseguró que nunca asesoró políticamente a Jean Alain y su labor en el Ministerio Público fue con la institución. Que lo contrataron para manejar una crisis institucional que tenía la Procuraduría motivada por el rechazo que tenía Jean Alain en la población y por el manejo que había dado al caso Odebrecht.
También reveló cómo fueron los 16 días que estuvo preso junto a otros siete imputados en la operación Medusa.
En ese sentido, afirmó que vio llorar al ex procurador Jean Alain Rodríguez.
Moya realizó un perfil personal y profesional a Jean Alain
Dijo que como parte de la contratación que tenía con la Procuraduría, realizó un perfil personal y profesional a Jean Alain Rodríguez. Que el mismo reveló que “estaba amenazado, presionado, condicionado y atrapado. Además que era cosmético y estaba abrumado”.
“Un individuo que al estar subordinado, sentirse amenazado, porque tiene una presión muy grande, había una expectativa social muy alta sobre el órgano que dirigía se sentía atrapado. Y al no tener libertad de acción lógicamente debe sentirse amenazado”, reveló Miguel José Moya en su conversación con la periodista de CDN.
Sobre el aspecto cosmético de la figura de Jean Alain dijo que “lo cosmético es una expresión sutil, respetuosa. Pero lo que trato de decir allí es que el individuo que es objeto de este análisis muestra una tendencia exageradamente preocupada hacia sí mismo, ha como es percibido, hacia lo que proyecta y hacia lo que se interpreta entorno a él”.
A la pregunta de la periodista de sí Jean Alain era narcisista, Moya respondió que “yo no puedo decirlo, eso debe hacerlo un especialista. Pero, lo que puedo decir es que tenía una preocupación exagerada por su apariencia sí”
Jean Alain tenía una agenda oculta
Además, indicó que los estudios realizados a la Procuraduría y a la figura de Jean Alain develaron que el ex funcionario tenía una agenda oculta.
Precisó que informó que el estudio habría revelado que Jean Alain tenía una agenda oculta. De la que había advertido que iba a provocar un conflicto con su trabajo.
Sostuvo que advirtió de esa situación a cinco personas de los colaboradores de la Procuraduría. Que fueron Rafael Cano, Julieta Tajeada, Faride Rodríguez, Jean Alain Rodríguez, y un profesor español ligado al tema legal.
“¿Cuál era la agenda oculta?. Yo puedo afirmar categóricamente que en ocasiones observé flujo de información que parecía propaganda y entraban en conflicto con ese proceso”, indicó.
Prosiguió que “le advertí que si ellos estaban haciendo algo al margen de los institucional iba a entrar en conflicto con mi trabajo y el diagnóstico. De que pudiera haber una expectativa política yo tenía mi sospecha”.
Afirma que Jean Alain usó caso Odebrecht para proyectar su figura política
Además, Miguel José Moya, quien está en libertad bajo fianza, reveló que Jean Alain quiso sacar provecho político con el caso Odebrecht.
“Me parece que a este señor (Jean Alain) alguien lo convenció de aprovechar ese escenario para construir un capital político. Eso es muy común en México, en Brasil, en Argentina, en Perú, exacto. Digo que alguien lo convenció, porque no creo que un dominicano y me excluyo, pueda recomendar algo así, quedándose a vivir en el país, porque un asesor internacional se va y no le importa las consecuencias. Nunca he pensado en irme del país”, narró.
Hizo la afirmación para asegurar que nunca fue asesor personal de Jean Alain Rodríguez. “Yo nunca he sido asesor de ninguna persona, mi compromiso era institucional. Mi obligación estaba enfocada en dos áreas, crisis clima laboral y una crisis externa”.
Prosiguió en que “la forma en la que intentaron convertir el caso Odebrecht en una herramienta política le salió mal. Y al salirle mal le había generado a lo interno una situación que creaba, incluso, un sentimiento de vergüenza. La gente se sentía avergonzada de quien estaba dirigiendo la institución”. Indicó que a raíz de esa situación lo contrataron para manejar esa crisis.
Además, negó que hay sido parte del proceso de grabación de los apresamientos a los implicados en el caso Odebrecht, y sugirió que eso era un estilo mexicano. Dejó establecido que fue contratado por la Procuraduría en febrero del 2018, fecha en la cual ya el proceso de Odebrecht estaba iniciado.