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El Tribunal Especial de Tránsito del Centro del Automovilista del Distrito Nacional impuso este jueves medidas cautelares a Raquel Guzmán Torres, quien atropelló el vehículo a donde iba la joven Aida Nicole Reyes Gómez, causándole la muerte el pasado 26 de febrero en la avenida Winston Churchill.
La medida incluye una garantía económica contratada a través de una compañía aseguradora por un monto de 2 millones de pesos, además de la obligación de presentarse periódicamente y un impedimento de salida del país.
El padre de la víctima, Vicente Reyes, expresó su frustración ante la decisión judicial, señalando que su esperanza de que se impusiera una medida de coerción más severa, como la privación de libertad, no se concretó. “Lamentablemente, nuestras expectativas de que se pudiera conseguir una medida de coerción consistente en privación de libertad en contra de Raquel Guzmán Torres no prosperaron”, afirmó Reyes con visible desilusión.
El padre de Aida Nicole explicó que, según la jueza encargada del caso, la ausencia de una prueba de alcohol debidamente recogida y certificada jugó un papel crucial en la determinación de la medida. “La prueba de alcohol, que debió haberse realizado correctamente, fue preponderante para que la jueza no pudiera imponer la medida de coerción de privación de libertad”, señaló Reyes, refiriéndose a los procedimientos que no fueron seguidos adecuadamente durante las investigaciones.
Raquel Guzmán Torres muestra arrepentimiento
Durante la audiencia, Raquel Guzmán Torres, de 32 años, expresó su arrepentimiento por el trágico accidente que involucró a Aida Nicole. Guzmán, quien se encuentra en medio de un proceso judicial, reconoció la gravedad de lo sucedido y manifestó su pesar por lo ocurrido.
El padre de Aida Nicole, visiblemente afectado, comentó que, aunque aceptaba el arrepentimiento de Guzmán, el dolor por la pérdida de su hija sigue siendo irremediable. “Nosotros como familia se lo aceptamos porque siempre he dicho que esto no es nada personal, o sea, no importa la sanción que le hayan impuesto a ella, mi hija, no me la van a devolver”, afirmó con una voz cargada de emoción.
El padre de la joven fallecida también expresó su preocupación por la falta de responsabilidad por parte de las autoridades en accidentes de este tipo. “Lo que estamos buscando es justicia, pero también un cambio en la manera en que se manejan estos casos. No nos están viendo como personas, sino como objetos”, dijo, enfatizando la necesidad de que las autoridades tomen medidas más efectivas para evitar tragedias similares.
El afectado agregó que su lucha no solo busca una sanción para el responsable del accidente, sino que también pretende generar un cambio en los protocolos de actuación de las autoridades, particularmente en lo que respecta a las pruebas de alcohol y otras sustancias en los conductores involucrados en accidentes. “Queremos que cuando haya un accidente, la Digesett haga las pruebas pertinentes y que esas pruebas puedan ser validadas en el tribunal. ¿De qué sirve gastar millones de pesos en alcoholímetros si luego las pruebas no se pueden usar?”, expresó, visiblemente frustrado.
El padre también denunció que en varios casos previos las pruebas no han sido aceptadas en los tribunales debido a la falta de certificación. “Es una burla. Nos sentimos burlados como ciudadanos”, indicó, haciendo un llamado a las autoridades para que tomen medidas y validen los aparatos y las pruebas de manera adecuada.
Por último, el padre hizo un ferviente llamado a la ciudadanía para que se unan en la lucha por la justicia. “Le hago un llamado a cada dominicano que pase o le toque pasar por lo que como familia hemos vivido: que tomen el valor que nosotros hemos tomado y que denuncien sin miedo, porque esa es la única forma en que las cosas en este país pueden cambiar”, concluyó.
