La desidia del Congreso para aprobar las leyes que manda la reforma a la Carta Magna del 2010 genera críticas a propósito de que hoy es el Día de la Constitución.
El vicepresidente ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), Servio Tulio Castaños Guzmán, calificó como una omisión a la Constitución el hecho de que los legisladores no hayan aprobado más de cien leyes que manda la Constitución de la República a pesar de que han transcurrido casi diez años de la modificación.
“Resulta preocupante que casi una década después de la proclamación de la Constitución del 2010 no se hayan priorizado normativas indispensables para la garantía de presupuestos fundamentales establecidos en nuestra ley sustantiva”, apuntó.
Castaños Guzmán fue parte de una comisión que trabajó en la Cámara de Diputados en la elaboración e identificación de esas legislaciones que siguen pendientes y ahora están en distintas comisiones de ese órgano.
“Esas son leyes de las que no se habla, pero son muy importantes desde el punto de vista de la lógica constitucional que establece el Estado social y democrático de derechos, es decir lo principal son las personas”, subrayó Castaños Guzmán.
El Congreso tiene pendiente de aprobación 106 leyes que manda la Constitución del 2010, en esas leyes pendientes figuran el Código Penal y el Código Civil, así como la ley del referendo y la de iniciativa legislativa popular.
También las leyes Agua, de ordenamiento territorial, la ley orgánica de regiones únicas de planificación, Participación Ciudadana y Mecanismos de Control Social y la que crea el sistema integral para la erradicación de la violencia contra la mujer. Las últimas leyes que se aprobaron de las que manda la Constitución son la del Régimen Electoral y la de Partidos Políticos.
En los últimos años país ha avanzado en derechos
La reforma constitucional del 2010 creó el Tribunal Constitucional que se ha convertido en garante de los derechos fundamentales y de que se cumpla la Constitución. Esa corte ha emitido sentencias que afectan los intereses políticos de diversos sectores dentro y fuera del poder y en el país se ha ido creando una cultura constitucional en los últimos años.