El hecho dejó marcado al Big Papi, quien luego de esto el domingo hizo su primera aparición pública en RD
Amediados de este año, los ojos de la ciudadanía y de los medios internacionales estaban puestos en las autoridades dominicanas tras el atentado que sufrió el expelotero David Ortiz, a quien por error le dispararon por la espalda mientras se encontraban en un centro de diversión nocturna.
La impactante noticia, por tratarse del Big Papi, corrió como pólvora y provocó la reacción de todo el mundo, desde el presidente de la República, la oposición, deportistas, artistas y hasta diplomáticos.
Los resultados de las investigaciones, que con ansias esperaban las personas, los medios de comunicación dominicanos e internacionales, arrojaron que el atentado perpetrado, donde también resultó herido el comunicador Johel López, el pasado domingo 9 de junio no era dirigido a Ortiz, sino a Sixto David Fernández, de quien hasta ahora se desconoce el paradero.
El alegado autor intelectual fue identificado como Víctor Hugo Gómez. Algunas personas no creían la versión dada por las autoridades. Y se podría decir que el propio Ortiz tampoco, ya que luego de recuperarse en los Estados Unidos, tras someterse a un cirugía aquí el mismo día del hecho y dos más (una de ellas exploratoria) en el país norteamericano, contrató a Ed Davis, excomisionado de la Policía de Boston.
El expelotero indicó que las pesquisas realizadas por Davis no arrojaron ningún resultado diferente a las que hicieron las autoridades dominicanas.
Ofrecieron 30 mil dólares y operación se realizó desde la cárcel
Los días siguientes al suceso fueron intensos. Los titulares de los noticiarios y medios impresos y digitales giraban alrededor de la salud del Big Papi y los nuevos detalles que podrían surgir. La credibilidad y rapidez de las autoridades estaba en juego.
Mientras Ortiz, que perdió litro y medio de sangre en el ataque, se recuperaba la Policía Nacional y la Procuraduría General de la República indagaban sobre el caso y daban informaciones del mismo, algunos de ellos cambiaron a medida que los apresados daban su versión.
En principio se dijo que a los supuestos implicados se le ofreció 400 mil pesos para ejecutar el atentado, 18 días después comunicaron que en realidad fueron 30 mil dólares, de los cuales, solo se habría entregado 10 mil para los gastos de la operación.
A los 10 días de haber pasado el hecho, las autoridades informaron que el objetivo del atentado no era el expelotero, sino un amigo de éste llamado Sixto David Fernández, alias El Modelo.
Según informó el procurador, Sixto David Fernández se encontraba junto a Ortiz y otros conocidos en una mesa del Dial Bar and Lounge, en la avenida Presidente Vásquez, la noche del domingo 9 de junio cuando ocurrió el hecho.
El procurador mostró, a través de un video, que los atuendos de Fernández, quien tiene un taller de mecánica y no presenta historial delictivo, y el del expelotero eran similares, por lo que argumentó que los criminales habrían confundido el objetivo.
Las autoridades informaron que Fernández les comunicó en los interrogatorios que Víctor Hugo Gómez, supuesto autor intelectual, es “la única persona con interés y amenazas de atentar contra su vida por un hecho ocurrido unos años antes, cuando Víctor Hugo Gómez fue apresado por la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), y que pudo haber sido interpretado como un acto de delación en su contra”.
De su lado, Víctor Hugo, quien pertenece al Cártel del Golfo de México, luego de ser capturado, aseguró que no dio la orden de asesinar a Sixto David, sino que Junior Julio César La Hoz se tomó esa “ligereza” tras enterarse que éste lo había delatado, y buscó a las personas para cometer el hecho.
Supuestamente La Hoz se comunicó con Alberto Rodríguez Mota y este a su vez se reunió con Víctor Hugo, quien alegadamente dio la orden. Luego de esto, Rodríguez Mota hizo los contactos con dos reclusos del cárcel del 15 de Azua para idear el ataque.
Desde el recinto, según las autoridades, los prisioneros José Eduardo Ciprian, alias Chuky; y Carlos Rafael Álvarez, alias Carlos Nike prepararon toda la operación y se comunicaban directamente con otros de los acusados, que se encargaron de reclutar a los demás participantes y ejecutar materialmente la operación de sicariato.
Por el caso cumplen un año de prisión preventiva en distintas cárceles 14 personas.
Entre ellos están Víctor Hugo, Rodríguez Mota, La Hoz y los que ya estaba encarcelados por otros hecho. Además, Eddy Féliz García, Rolfi Ferreras, Oliver Moisés Mirabal, Joel Rodríguez (Calamardo). Mientras continúa prófugo Luis Alfredo Rivas Clase, alias El Cirujano.
Ortiz agradece el apoyo recibido en el proceso
Ortiz, quien permaneció interno durante casi dos meses, agradeció el pasado este domingo, en el juego de leyendas el Estadio Quisqueya, a todos los que estuvieron atentos a su estado de salud. En la actividad el expelotero, seleccionado para ingresar al Salón de la Fama de los Medias Rojas para 2020, fue ovacionado por el público. Es la primera vez que salió a la luz pública en el país luego del atentado. Meses antes, en septiembre, el Big Papi afirmó que el suceso lo impactó. “Fue algo que me marcó, yo soy un persona que no tiene inconveniente con nadie, a mí lo que me gusta es hacer amigos, me gusta ser una persona bondadosa que se lleva bien con todo el mundo”, dijo.