El ministro de Energía y Minas de la República Dominicana planteó en Chile ante el liderazgo energético del hemisferio el compromiso del gobierno con la diversificación de la matriz para la producción de electricidad y la transición hacia fuentes renovables con criterios de inclusión social y sostenibilidad.
Al hablar en la III Reunión Ministerial de la Alianza de Energía y Clima de las Américas (ECPA), actividad inaugurada por la presidenta chilena Michelle Bachelet, Antonio Isa Conde respaldó con cifras el desarrollo de la visión estratégica de la administración del presidente Danilo Medina sobre los aspectos energéticos.
“De tener solo tres fuentes de generación y depender en un 88% de derivados del petróleo en el año 2000, logramos contar con cinco fuentes distintas de generación y bajar la dependencia del petróleo a un 52% durante el año 2015”, expuso el ministro en la reunión de la ECPA, un mecanismo creado en 2009 como resultado de la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago.
La ECPA comprende iniciativas que se concentran en energía renovable, eficiencia energética, insuficiencia energética, infraestructura, uso de combustibles fósiles más eficientes y menos contaminantes, uso de la tierra y silvicultura sostenibles y adaptación al cambio climático.
Isa Conde resaltó que las inversiones privadas y públicas, en un marco de crecimiento económico dinámico, estabilidad en el clima de negocios y la aplicación de las normativas han permitido al país tener una de las matrices de generación más diversificada de la región.
“Junto con Trinidad & Tobago, somos los únicos países de la región con generación a base de gas natural licuado, como combustible de transición energética”, apuntó el ministro dominicano, de acuerdo a una nota de prensa.
Señaló que como resultado de las políticas y estrategias implementadas por el gobierno, las estadísticas señalan una reducción de 33,6% en la importación de combustibles y aceites minerales utilizados para la generación de energía eléctrica.
Isa Conde dijo que el debate sobre el acceso a la energía para la erradicación de la pobreza, impulsar el crecimiento económico con equidad y la inclusión social debe pasar de las palabras a los hechos.
“Estas urgencias son tema de debate, análisis, estudio y conversaciones en todos los escenarios vinculados con la energía, a veces con una abundancia de palabras y de retóricas. Creo, señoras y señores, que ya es tiempo de que la agenda encuentre base en los hechos y concreción en las políticas públicas de los gobiernos de los países de nuestro hemisferio”, apuntó.