El líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, se ha reunido con el vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, y el secretario de Estado, Marco Rubio, al margen de la 61.ª Conferencia de Seguridad de Múnich, que tendrá lugar hasta el 16 de febrero y acoge a tomadores de decisiones y líderes de opinión para discutir los retos de la política de seguridad.
Vance calificó las conversaciones con Zelenski de “fructíferas” y señaló que les quedan cosas por trabajar. “Fundamentalmente, el objetivo, tal y como lo expuso el presidente Trump, es que queremos que la guerre llegue a su fin, que paren las muertes”, reiteró, abogando por “una paz duradera”.
“Hemos tenido buenas conversaciones acerca de cómo lo podríamos conseguir juntos y, desde luego, vamos a tener muchas más en los próximos días y meses”, dijo Vance.
Por su parte, Zelenski declaró que Ucrania está “muy agradecida” por el apoyo de EE.UU., si bien reconoció la necesidad de mantener más conversaciones y trabajar más para “terminar el trabajo”. “Deseamos mucho la paz, pero necesitamos garantías reales de seguridad”, expresó.
El encuentro se produce en medio del aumento de las tensiones entre Kiev y Washington, causado por la conversación telefónica que mantuvieron el presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo estadounidense, Donald Trump. Este jueves, Zelenski declaró que no le agrada que el inquilino de la Casa Blanca haya hablado antes con Putin que con él para resolver el conflicto ucraniano.
Previamente esta semana, el mandatario estadounidense afirmó que no considera práctico ni probable que Ucrania se adhiera a la OTAN, y que es improbable que recupere sus territorios perdidos. Por su parte, el secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, declaró que “hay que empezar a reconocer que volver a las fronteras de Ucrania anteriores a 2014 es un objetivo poco realista”.