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Yulia Navalnaya, la viuda de Alexei Navalny, recogió este domingo el Premio de la Paz de Dresde, otorgado de forma póstuma al opositor ruso que murió en febrero en la prisión ártica en la que cumplía condena.

El galardón, que en el pasado han obtenido el dirigente soviético Mikhail Gorbachov, el director de orquesta Daniel Barenboim o la cirujana española Cristina Marín Campos, se confiere según los organizadores a personalidades que contribuyen a un mundo “mejor y más pacífico”.

En esta edición, Navalny representa “la resistencia contra la política contraria a la dignidad humana del Gobierno ruso” y “las incontables personas que defienden la libertad y la democracia en Rusia y son detenidas o mueren”.

El opositor se convirtió en “la mayor amenaza” para el presidente ruso Vladimir Putin y su sistema político y constituye un “ejemplo alentador para todos los defensores de los derechos humanosque continúan con sus actividades”, de acuerdo con el comunicado de la organización.

“Putin es la guerra”

Al recibir el premio, Navalnaya pronunció un discurso en el que advirtió a los países occidentales sobre sellar acuerdos con Putin.

“Oigo a muchos políticos en Occidente decir cada vez más que hay que ponerse de acuerdo con Putin, que hay que escucharlo. Veo a algunos embajadores europeos en la última inauguración de Putin, y no puedo permanecer en silencio. Alexei habló abiertamente de la amenaza que Putin representa para el mundo – y yo lo haré siempre mientras Putin esté en el poder”, dijo. “No se puede estar de acuerdo en nada con Putin. No se puede confiar ni en una palabra de lo que dice, nunca se detendrá. Putin es la guerra”.

Navalnaya también recordó la labor de su marido al frente de la oposición rusa y habló del reto que supone para los disidentes desafiar al Kremlin.

“Las palabras tienen distinto valor según dónde y cuándo se digan. En una acogedora y hermosa sala, es fácil para ustedes y para mí decir que estamos en contra de la guerra. Es difícil para los que están en Rusia. Pueden ir a la cárcel por decirlo. Y si ya estás en la cárcel, te espera una celda de castigo, hambre, tortura, una nueva condena y, a veces, incluso la muerte. Pero Alexei habló de ello de todos modos. Pagó el precio más alto para ser escuchado”.

“Para que su sacrificio no sea en vano, para que los sacrificios de miles de rusos detenidos en las protestas contra la guerra y de cientos de presos políticos retenidos por Putin en condiciones de tortura no sean en vano, es necesario, por fin, que el mundo se deshaga de falsas esperanzas y escuche a quienes han estado advirtiendo del peligro todos estos años”, dijo.

Entregó el galardón a Navalnaya el ex presidente alemán Joachim Gauck, que destacó el carisma del líder opositor que logró sacar a decenas de miles a la calle a protestar y que logró durante años desafiar al Kremlin con métodos poco ortodoxos.

“Necesitamos la memoria de este hombre desinteresado y casi sobrehumanamente valiente, ya que nos demuestra que puede haber otra Rusia”, dijo Gauck. “La obra de la vida de Alexei Navalny es, por tanto, un monumento. Como ya hemos oído muchas veces, sigue siendo un modelo para todos los que creen en la libertad y la dignidad para el pueblo de Rusia. No lo olvidaremos”.

Durante la ceremonia fue interpretado por primera vez un réquiem por la muerte de Navalny obra del compositor ruso Sergei Nevsky.

“Rusia está dirigida por un asesino”

Tras la muerte de su marido, el principal opositor al Kremlin, Navalnaya asumió el liderazgo de la oposición rusa, convirtiéndose en una poderosa voz contra los abusos de Vladimir Putin.

El martes pasado, acusó a Putin de “mentiroso, ladrón, asesino”, el mismo día en que el mandatario juró su cargo para un quinto mandato.

“Nuestro país está dirigido por un mentiroso, un ladrón, un asesino. Pero esto indudablemente acabará”, declaró Navalnaya.

Con Putin “al mando, nuestro país no tendrá ni paz, ni desarrollo, ni libertad”, agregó la opositora en su mensaje de video publicado en las redes sociales.

“Esta guerra es sangrienta e insensata, y nadie la quiere, salvo Putin”, afirmó, en alusión a la ofensiva militar rusa contra Ucrania.

“En cada uno de sus mandatos, la situación sólo empeora y es terrorífico imaginar lo que pasará mientras Putin siga en el poder”, abundó, citando “los cientos de prisioneros políticos en Rusia que soportan condiciones inhumanas”.

Navalnaya, sus seguidores y numerosos dirigentes extranjeros han acusado al presidente ruso de haber asesinado a Navalny, que purgaba una larga pena en la cárcel por “extremismo”. El Kremlin niega las acusaciones.

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