Londres. WikiLeaks pidió ayer domingo a las autoridades de EEUU que retiren los cargos contra su fundador, el australiano Julian Assange, que este lunes conocerá si es extraditado a ese país desde el Reino Unido.
Está previsto que la jueza británica Vanessa Baraitser dictamine mañana en una audiencia programada en el tribunal penal de Old Bailey, en Londres, si autoriza la entrega del periodista a la Justicia estadounidense.
Washington lo reclama por 18 delitos de espionaje e intrusión informática castigados allí con hasta 175 años de cárcel.
La vista de mañana llega tras la celebración de un juicio de cuatro semanas en el tribunal londinense de Old Bailey, en el que declararon numerosos testigos de la defensa del activista, que rechaza su entrega y aguarda la resolución del caso retenido en el centro de alta seguridad de Belmarsh. Estados Unidos pide la extradición de Assange para juzgarle por haber conspirado presuntamente con el exsoldado estadounidense Bradley Manning (hoy Chelsea Manning) en 2010 y, ahora, también con otros “hackers” entre 2007 y 2015 para obtener y publicar ilegalmente información secreta en su portal.
“El mero hecho de que este caso haya llegado a los tribunales, por no decir que se haya dilatado tanto, supone un ataque histórico, a gran escala, contra la libertad de discurso”, subrayó Kristinn Hrafnsson, directora de WikiLeaks.