La actividad del volcán Taal se ha incrementado y las autoridades de Filipinas temen que se produzca una “peligrosa” erupción en las próximas horas o jornadas.
El último informe del Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología (PHIVOLCS) indica que se registraron hasta 144 sismos en la zona donde se encuentra el volcán con magnitudes de 1 a 5 entre el 12 y 13 de enero, una actividad sísmica que provocaría una mayor actividad eruptiva del volcán.
Posteriormente, esa actividad volcánica progresó hasta provocar una erupción magmática acompañada de relámpagos y truenos.
Esto motiva que PHIVOLCS estime “posible” que tenga lugar “una erupción explosiva peligrosa” e insista en la necesidad de evacuar toda la isla donde se encuentra el volcán Taal.
La amenaza de tsunami volcánico y de que haya corrientes de flujo piroclástico también provocan que ese organismo filipino sugiera la evacuación adicional de áreas en alto riesgo situadas en un radio de 14 kilómetros del cráter.
La erupción del Taal originó una gigantesca columna de humo y cenizas que afecta a las poblaciones aledañas. Ese polvo residual provocó el cierre temporal del aeropuerto internacional de Manila y la suspensión de todos los vuelos desde y hacia ese lugar como medida de seguridad.
Asimismo, las autoridades elevaron el nivel de alerta a 4 de 5 ante el riesgo de una “inminente” erupción.
La ceniza procedente de Taal también provocó el cierre de escuelas y negocios, así como el desalojo de unas 8.000 personas que viven en la zona de riesgo.
El último periodo activo de este volcán sucedió en 1977, cuando se registró una gran erupción que produjo un cono pequeño de ceniza volcánica originado en el cráter principal.