Caracas. Tres días después del deslave en la población de Las Tejerías, centro de Venezuela, familiares de los desaparecidos -al menos 56, según el Gobierno. Buscan sobrevivientes en redes sociales como Twitter, donde proliferan fotos y llamados desesperados a quienes puedan aportar alguna información.
La tragedia se ha cobrado la vida de al menos 43 personas, según el último reporte oficial ofrecido por la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez.
Mientras en la zona siguen cavando y desentierran viviendas para encontrar a quienes fueron arrastrados por las aguas. Las labores de rescate entran en fase crítica conforme avanzan las horas.
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Pero la búsqueda de los desaparecidos no solo se concentra en la zona afectada. Los familiares y amigos están publicando imágenes de documentos de identidad, fotografías familiares y señales que muestren a sus seres queridos a otras personas. La esperanza es que alguien sepa algo.
Varios de estos mensajes han sido replicados por periodistas e “influencers” y, entre todos, esperan encontrar alguna respuesta o indicio que no esté necesariamente bajo los escombros y el barro que ya se compactó en Las Tejerías, y dificulta aun más las labores de rastreo.
“CAMINANDO SOBRE LOS NUESTROS”
Ender Segovia es uno de los que está pendiente de las redes sociales, pero también se ha trasladado en los últimos días desde Caracas hasta Las Tejerías, a unos 70 kilómetros, para apoyar a su familia en la búsqueda de su tío José Segovia, de 56 años, a quien no pudieron ayudar a salir de su casa el sábado.
En la vivienda ya encontraron sin vida a su prima de un año de edad, a quien no lograron sacar de la casa cuando el río arrasó con la comunidad.
“Todo el mundo está buscando día y noche, tratando de ver si encuentran personas con vida. La gente camina por encima de los techos de las casas, camina sobre los nuestros, pensando que puede haber gente ahí metida, tapada”, relató el hombre.
Como muchos afectados por esta catástrofe, Segovia cree que el número de desaparecidos supera la cifra oficial y advierte que con el paso de las horas merman las probabilidades de encontrar a sus parientes con vida.
Aunque, añade, “la esperanza es lo último que se pierde”.
BUSCAmos POR TODAS PARTES
En el lugar del desastre, instituciones públicas y privadas, organismos internacionales, estudiantes, rescatistas, familiares y particulares organizados están movilizando ayuda. Con eso esperan apoyar a las 10.000 familias de los 23 sectores afectados por las quebradas desbordadas.
“El trabajo es arduo porque el área afectada es muy grande”, explicó a EFE Nelson Suniaga, bombero de la Universidad Central de Venezuela, que acumula varias horas entre el lodo, en esta pequeña ciudad del estado de Aragua.
Las jornadas de apoyo a sobrevivientes y búsqueda de desaparecidos, detalló, se hacen “en comunión” entre funcionarios del Estado y voluntarios. El despliegue sobrepasa las 3.000 personas, según el Gobierno.
El rescatista remarca la solidaridad que, a su juicio, abunda en la zona, donde, debido a la magnitud del desastre, todo el que llega empieza su trabajo atendiendo la solicitud de alguna familia o ante la pista de “un olor característico”.
“El trabajo es ese, buscar, buscar, buscar hasta que encuentres. Nosotros estuvimos todo el día cavando donde nos decían, donde se presumía algo, donde había un olor característico, pero nosotros no encontramos a nadie”, relató Suniaga