Ginebra, 23 feb (EFE).- Asesinatos, violaciones, reclutamiento de menores y otros graves abusos que podrían constituir crímenes de guerra se han registrado en nueve meses de conflicto entre ejército y paramilitares en Sudán, denuncia un informe de la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos publicado este viernes.
El estudio documenta el asesinato de miles de civiles, ocho millones de desplazados internos, y el reclutamiento de cientos de miles de menores por los enfrentamientos entre fuerzas armadas y el rebelde Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), iniciados en abril de 2023 en la capital Jartum y que se han ido extendiendo por todo el país.
“Es necesario que se investiguen todas las denuncias de violaciones de derechos humanos y que sus responsables rindan cuentas ante la justicia”, indicó al publicarse el documento el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos Volker Türk.
En el capítulo de violencia sexual, el informe denuncia al menos 118 casos de violaciones, algunas de ellas en grupo y 19 sufridas por menores de edad, aunque sólo cuatro víctimas reportaron estos abusos a las autoridades, por temor a ser estigmatizadas y por su desconfianza en el sistema de justicia.
Uno de los casos documentados cita a una mujer encerrada en un edificio durante 35 días en los que fue repetidamente violada en grupo, indica un estudio en el que se denuncia que la mayoría de estos casos de violencia sexual fueron perpetrados por miembros de las FAR.
Los abusos de derechos humanos han adquirido un componente de violencia étnica en la región occidental de Darfur, escenario ya en épocas pasadas de conflictos y abusos y donde en el actual contexto miles de civiles han sido asesinados en ataques de las FAR y milicias árabes que les dan apoyo.
Muchas de las víctimas pertenecen a la etnia africana de los masalit, que comparte con sus vecinos árabes la religión musulmana aunque mantiene algunas creencias preislámicas.
El informe indica que entidades pro-FAR han reclutado más de 255.000 niños y jóvenes en todo el país, mientras que el grupo paramilitar también ha incorporado a sus filas a menores de tribus árabes de regiones como Darfur o Kordofán (centro del país), escenarios junto a la capital Jartum de los principales abusos.
El informe se elaboró con entrevistas a 303 víctimas y testigos de abusos de derechos humanos, decenas de ellos refugiados en países vecinos como Chad y Etiopía, a lo que se unieron análisis de fotografías, vídeos e imágenes por satélite.
“Muestran que ambos bandos del conflicto usaron explosivos de gran alcance en lugares densamente poblados, tales como misiles lanzados por cazas, drones, armamento antiaéreo y artillería”, indicó la agencia de la ONU para los derechos humanos. EFE