Moscú. El Ejército ucraniano atacó e incendió con drones otros dos depósitos de combustible en la retaguardia de Rusia, dentro de su estrategia de causar el mayor daño posible a su infraestructura petrolera.

Las incursiones aéreas ucranianas contra las refinerías de petróleo se han recrudecido en lo que va de año y, según cálculos de Mijaíl Krutijin, experto ruso en el sector de energía, han hecho caer en un 20 por ciento la producción de combustible y derivados del crudo en la parte occidental del país.

Para impedir una escasez de combustible en el mercado interno, el pasado 1 de marzo el Gobierno ruso ya prohibió la exportación de gasolina hasta el 30 de junio, medida que será prolongada al término de este mes. Estados Unidos, principal aliado de Kiev, ha expresado su preocupación y no apoya los ataques contra la infraestructura petrolera de Rusia por su impacto en el mercado mundial de crudo, según admitió el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a finales de marzo pasado.

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