Londres. Liz Truss, hasta ahora ministra británica de Exteriores, fue designada ayer nueva líder del Partido Conservador y sucederá a Boris Johnson como primera ministra, con la crisis del coste de la vida como gran desafío de su mandato y la vista puesta en unas elecciones en los próximos dos años.
La reina Isabel II recibirá hoy a Truss en su residencia veraniega de Balmoral, en Escocia, y le encargará la formación de un Gobierno con el que deberá afrontar una inflación disparada por encima del 10 % y la perspectiva de un invierno marcado por el reto de asegurar el suministro de energía.
La todavía jefa del Foreign Office, que ganó las primarias “tories” con el 57 % de los votos frente al exministro de Economía Rishi Sunak, recalcó en un discurso ante diputados y afiliados conservadores en Londres que los principios ideológicos de su Gobierno serán los mismos que ha defendido durante la campaña: “Libertad, bajos impuestos y responsabilidad individual”.
Recetas liberales
Truss, la tercera mujer que gobernará el Reino Unido, llega al poder con la promesa de aplicar unas recetas liberales que le han valido la comparación constante con la ex primera ministra Margaret Thatcher.
Su prioridad desde que llegue al despacho oficial de Downing Street será, por encima de reducir la deuda acumulada durante la pandemia, dar marcha atrás a las subidas fiscales que había programado su predecesor y tratar de impulsar la inversión y el crecimiento.
Durante los primeros días al frente del Ejecutivo, se espera que anuncie un amplio paquete de medidas para hacer frente a la crisis energética.
El martes por la tarde, tras ofrecer su primer discurso a la nación como mandataria, comenzará a nombrar a los ministros de su gabinete.
Tiene como objetivo impulsar el partido
Truss hereda la amplia mayoría absoluta que logró Johnson en las elecciones de 2019, pero también una precaria situación política para los conservadores.
La nueva líder “tory” se marcó como objetivo “cumplir” sus promesas en un plazo de dos años y dar la vuelta a los sondeos que predicen que el Partido Laborista ganaría con un amplio margen unos comicios.