Washington, DC. Donald Trump firmó ayer viernes un paquete de reforma fiscal de 1.5 billones de dólares, que a partir del próximo año proporcionará recortes impositivos generosos a las corporaciones y a los estadounidenses más ricos, así como recortes más pequeños para la clase media y las familias de bajos ingresos.
Trump utilizó sus últimos momentos en la Casa Blanca para celebrar una necesaria victoria política, antes de volar a Florida para las fiestas navideñas.
El presidente también firmó un proyecto de ley de gastos temporales para mantener al gobierno funcionando y proveer dinero para mejorar las defensas antimisiles de la nación. El recorte impositivo fue elogiado por el propio Trump.
El mandatario continuó promoviendo la reforma fiscal como una victoria para la clase media, insistiendo en que aunque las encuestas indican que el recorte de impuestos es impopular, “los números hablarán” por sí mismos.
“No creo que tengamos que venderlo mucho”, dijo Trump a los periodistas en la Oficina Oval de la Casa Blanca.
Se trata de la primera reforma importante de las leyes tributarias del país desde 1986, pero están lejos de ser los mayores recortes impositivos en la historia estadounidense, como afirma el presidente de los Estados Unidos.
Políticamente, sin embargo, el paquete fiscal representa el primer logro legislativo importante de los republicanos durante la presidencia de Trump.
Según algunos cálculos, los recortes fiscales abultarán el creciente déficit presupuestario de la nación.
La aprobación del proyecto de ley tributaria marcó una victoria significativa para un presidente hambriento de una después del caos y los fracasos legislativos durante su primer año en el cargo, incluso un esfuerzo por revocar la ley de salud del expresidente Barack Obama, a pesar del control republicano del Congreso.
Presidente adelantó la promulgación de la ley
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, había dicho inicialmente que esperaría a estampar su firma en la iniciativa de ley hasta después del 1 de enero, pero luego cambió de opinión y adelantó la ceremonia tratando de aprovechar el momento después de ver la cobertura de los medios de comunicación el viernes por la mañana sobre la legislación.