Estados Unidos. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que está considerando “eliminar” la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, en inglés) debido a lo que calificó como una “desastrosa” respuesta al huracán Helene, que arrasó partes de Carolina del Norte en septiembre.
Trump hizo este comentario durante su visita a Carolina del Norte, donde se solidarizó con los afectados por el pasado fenómeno atmósferico.
“Firmaré una orden ejecutiva para comenzar el proceso de reformar y reorganizar fundamentalmente FEMA, o tal vez eliminar FEMA. Sinceramente, creo que FEMA no es eficiente”, declaró Trump.
El mandatario argumentó que la respuesta de FEMA al huracán Helene, que dejó más de 230 muertos en el sureste de Estados Unidos y devastó localidades como Asheville (Carolina del Norte), fue “demasiado lenta” y “muy burocrática”.
Por esta razón, sostuvo que deberían ser los estados quienes gestionen la respuesta a los desastres naturales en lugar de FEMA, una agencia creada bajo el Gobierno del presidente demócrata Jimmy Carter (1977-1981).
FEMA responde a desastres naturales cuando líderes estatales solicitan al presidente que firme una declaración de emergencia, lo que indica que los daños superan la capacidad de respuesta del estado y que son necesarios los recursos del Gobierno federal.
La agencia puede reembolsar a los gobiernos estatales algunos de los gastos en los que incurren por el desastre natural, como la retirada de escombros, y también brindan asistencia financiera a los residentes afectados.
Trump ha criticado duramente al que fuera presidente Joe Biden por la respuesta de su Administración al huracán Helene en Carolina del Norte y ha difundido teorías conspirativas, como que agentes de FEMA se negaron a ayudar a los residentes que tenían carteles de apoyo a la campaña presidencial republicana en sus viviendas.
En Carolina del Norte, Trump recibió información de las autoridades locales sobre los esfuerzos de recuperación y luego se trasladó a Swannanoa, un pequeño pueblo cercano a Asheville, para reunirse con residentes que han recibido ayuda de Samaritan’s Purse, una organización humanitaria liderada por el evangelista Franklin Graham.
“No estamos contentos con FEMA”, reiteró Trump, prometiendo que, bajo su liderazgo, los días de “traición y abandono” del Gobierno de Biden quedarán en el pasado.
“Estaremos a su lado en cada paso de la reconstrucción. Ningún estadounidense se quedará atrás”, dijo a residentes reunidos en Swannanoa.
Gestión del agua
En Los Ángeles, Trump, afirmó este viernes que California deberá implementar dos cambios clave para acceder a la ayuda federal destinada a la reconstrucción tras los incendios: exigir identificación a los votantes y modificar su política de gestión del agua.
“Me solidarizo con su tragedia y vamos a ayudarlos. Solo quiero que pidan una tarjeta de identificación para votar y que el agua sea liberada. Así recibirán mucha ayuda de Estados Unidos”, afirmó.
Trump lleva semanas criticando la respuesta a los incendios por parte del gobernador de California, Gavin Newsom, una de las estrellas del Partido Demócrata, y este viernes Trump volvió a repetir afirmaciones falsas sobre las autoridades estatales, asegurando que “no permitieron que el agua fluyera”. Trump terminó su recorrido en Las Vegas.
Promete apoyar a los activistas contra aborto
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió a los activistas contra el aborto durante los próximos cuatro años, en un mensaje grabado que fue reproducido durante la multitudinaria “Marcha por la Vida” e Washington.
“En mi segundo mandato, volveremos a defender con orgullo a las familias y los derechos de los no nacidos, protegiéndolos de los ataques de la izquierda radical contra las iglesias”, dijo.
El jueves, Trump indultó a 23 activistas antiabortistas que habían sido condenados por bloquear el acceso de mujeres a clínicas donde se practicaban abortos o por lograr su cierre temporal mediante protestas.
Durante su primer mandato, Trump nominó a tres de los seis jueces conservadores que actualmente forman parte del Supremo, los mismos que en 2022 revocaron el fallo Roe v. Wade, dando vía libre a los estados para prohibir o restringir el derecho al aborto.
Desde entonces, el aborto es ilegal o está severamente restringido, sin excepciones para casos de violación o incesto, en 23 de los 50 estados de EE.UU., según el Center for Reproductive Rights (CRR), una organización que defiende el derecho al aborto.