Washington, 9 sep (EFE).- La ciudad estadounidense de Uvalde, en Texas, vivió el jueves un nuevo suceso de violencia con un tiroteo que dejó dos heridos en el Memorial Park, cercano al monumento que se erigió para homenajear a las víctimas del tiroteo del 24 de mayo.
Según informó este viernes la prensa local, el suceso se produjo mientras decenas de niños jugaban y muchas familias disfrutaban del parque, que se encuentra a unas calles de la escuela primaria Robb, donde murieron tiroteados 19 niños y dos profesoras.
De hecho, algunos de los supervivientes del suceso perpetrado por un joven de 18 años, Salvador Ramos, se encontraban el jueves en el parque.
Entre ellos Aubriella, una niña con trastorno de estrés postraumático y depresión desde entonces, según contó a CNN su madre, Celeste Ibarra.
“Muchos niños se agachaban y se zambullían de nuevo, fue horrible”, apuntó la madre.
El departamento de policía de Uvalde informó que dos menores de edad implicados en el suceso fueron trasladados al hospital y que hay cuatro personas detenidas. El suceso se está investigando como posible violencia relacionada con pandillas.
El Memorial Park está cerca de la plaza principal de Uvalde, donde se colocó un monumento para honrar a los muertos de un suceso que conmocionó a la comunidad internacional y que volvió a abrir el debate de las armas en el país norteamericano.
Fue el tiroteo escolar más mortífero en Estados Unidos desde la masacre de 2012 en la escuela primaria Sandy Hook de Connecticut.
El tiroteo del jueves se produjo unos días después del inicio en Uvalde del curso escolar, que llegó con varias semanas de retraso por las medidas especiales de seguridad que se han implementado en los colegios de la zona.
La Primaria Robb ha sido cerrada definitivamente a raíz de la tragedia, y sus alumnos reubicados en otras escuelas.
Durante las vacaciones de verano, el Distrito Escolar Independiente y Consolidado de Uvalde (CISD) colaboró con la Agencia de Educación de Texas para realizar un diagnóstico de seguridad que condujo a cambios como vallas elevadas, más cámaras de vigilancia y más patrullas policiales.
Esta misma semana se conoció que el Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) ha solicitado una investigación formal contra cinco de sus oficiales que respondieron al mortal tiroteo.
La Oficina del Inspector General determinará si los agentes infringieron las políticas establecidas por el DPS para responder a esta clase de incidentes, después de que la respuesta policial originara fuertes críticas ya que los agentes tardaron más de una hora en confrontar y abatir al atacante.