Madrid. Las conversaciones entre el Ejecutivo español y el Gobierno regional de Cataluña quedaron suspendidas ayer viernes, después de una semana polémica y a cuatro días del inicio del juicio por el proceso secesionista de 2017.
El Ejecutivo presidido por el socialista Pedro Sánchez, culpa de este parón a los independentistas por rechazar el marco en el que se habían planteado el diálogo, en el que quedaba excluida desde el primer momento la autodeterminación.
La propuesta del Gobierno español incluía la creación de una mesa de diálogo de partidos políticos con representación en el Parlamento regional de Cataluña, en la que hubiera un “relator” para moderar y coordinar la discusión.
Esa figura causó una intensa tormenta política en España y la oposición de derechas acusó al Ejecutivo de “traición” e incluso fue criticada por destacados dirigentes del Partido Socialista (PSOE).
En rueda de prensa, la vicepresidenta del Gobierno español, Carmen Calvo, explicó que las fuerzas independentistas han rechazado las propuestas del Ejecutivo y siguen exigiendo un referéndum de autodeterminación contrario al marco constitucional, por lo que el diálogo ha “encallado”.