Rusia detecta intentos de los países occidentales de volver al “juego afgano” del que se retiraron tras la llegada de los talibanes al poder, declaró el miércoles el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, en una conferencia de prensa en Uzbekistán, señalando la inadmisibilidad del regreso de la infraestructura militar de la OTAN al país de Asia Meridional.
El canciller advirtió de que con tales acciones la Alianza Atlántica crearía “una nueva bomba de relojería“. “Occidente, en particular, ha iniciado, a través de la Secretaría de las Naciones Unidas, un nuevo formato de consultas que se reúnen en Doha”, ejemplificó Lavrov.
Según él, Occidente se siente “incómodo” por el hecho de que, antes del inicio de este proceso, el papel principal en la supervisión de la situación afgana lo desempeñaban los países de la región.
Sin embargo, el diplomático ruso precisó: “No estamos en contra, siempre y cuando la participación de los países occidentales en este empeño común sea honesta y no albergue un doble fondo, por lo que también participamos en el proceso de Doha”. En este sentido, Lavrov subrayó que las autoridades de Kabul son una realidad a tener en cuenta.
El 15 de agosto de 2021, tras la caída de la capital afgana, los talibanes tomaron el control de todo el país y establecieron allí su autoridad. A finales de mes, las Fuerzas Armadas estadounidenses se habían retirado del país.