Países de América Latina, la oposición venezolana y Leonel Fernández se oponen al uso de la fuerza
Caracas.- El ministro de Relaciones Exteriores dominicano, Miguel Vargas, descartó la intervención militar en Venezuela como una solución a la crisis actual que vive esa nación y reiteró que la opción diplomática es la mejor vía para solucionar un conflicto interno en un país amigo.
“El camino debe ser el diálogo franco y sincero entre las partes, esa sería la ruta para lograr un acuerdo de reconciliación nacional que garantice la convivencia pacífica y democrática del pueblo venezolano”, afirmó. El canciller dominicano sostuvo que una acción militar de los Estados Unidos en Venezuela agravaría aún más el conflicto.
Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, señaló el pasado viernes que su Administración no descarta la “opción militar” para resolver el “lío muy peligroso” que atraviesa Venezuela y recordó que su país tiene tropas por todo el mundo mientras que, agregó, “Venezuela no está muy lejos y la gente está sufriendo y está muriendo”.
“Evidentemente que sería un contrasentido si lo que se busca es solucionar una crisis política interna en un país de la región donde, además, existe un Gobierno elegido democráticamente por el pueblo venezolano”, expresó el canciller dominicano en un comunicado enviado a los medios.
“El Gobierno Dominicano -agregó- reitera su posición inicial de que haya una solución diplomática a la crisis venezolana, planteada en los términos de una negociación equilibrada, con el acompañamiento de países amigos que garanticen el cumplimiento cabal de los acuerdos a que se arribe”. En ese tenor, recordó que el presidente Danilo Medina puso el territorio dominicano a disposición de las partes en conflicto para esa negociación y se lograron algunos avances en reuniones sucesivas celebradas en la región, con representación tanto del sector oficial como de la oposición venezolana.
“Ha sido esa la razón, precisamente, por la que República Dominicana se ha mantenido en la equidistancia en todos los foros donde la diplomacia internacional ha debatido el problema, porque entiende que la existencia de un arbitraje imparcial resultará imprescindible en la solución de un conflicto en un país que durante seis décadas ha dado cátedra de ejercicio democrático en América Latina”, manifestó Vargas. Puntualizó que se hace urgente que las partes en conflicto se aboquen a participar en un diálogo para lograr un acuerdo.
Rechazo en América Latina
Varios países de América Latina, incluidos algunos críticos con el Gobierno de Venezuela, rechazaron que la crisis que enfrenta el país caribeño se solucione a la fuerza.
El vecino Gobierno de Colombia, que ha sido crítico con su par venezolano tras la agudización de la crisis que ya se salda con más de 120 muertos, criticó esa posibilidad, sin mencionar directamente lo dicho por Trump y en la víspera de una visita al país del vicepresidente de EE.UU., Mike Pence.
“Rechazamos medidas militares y el uso de la fuerza en el sistema internacional. Todas las medidas deben darse sobre el respeto de la soberanía de Venezuela a través de soluciones pacíficas”, indicó la Cancillería, que, sin embargo, insistió en “su condena a la ruptura constitucional” en el país vecino.
Perú, cuyo Gobierno también ha chocado con el del presidente venezolano, Nicolás Maduro, al punto de expulsar este viernes al embajador en Lima, se sumó a la voz de rechazo de “todo intento interno o externo para recurrir a la fuerza” en esta situación.
Para la Administración de Pedro Pablo Kuczynski “la única vía aceptable para recobrar la democracia” es el diálogo, sin dejar de reiterar su condena a la ruptura del orden democrático en ese país.
“La crisis en Venezuela no puede resolverse mediante acciones militares, internas o externas”, rehusó, por su parte, el Gobierno mexicano, que expresó su rechazo “al uso o amenaza de uso de la fuerza en las relaciones internacionales”.
México recordó que el pasado 8 de agosto 12 países adoptaron la Declaración de Lima y en ella, además de condenar la situación que vive Venezuela, “rechazaron de manera enérgica la violencia y el uso de la fuerza”. El bloque integrado por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, denominado Mercosur, también desestimó el uso de la fuerza en el país caribeño y consideró que el único instrumento “aceptable” para la “promoción de la democracia” es “diálogo y diplomacia”. Los países del Mercosur aseguraron que seguirán insistiendo, de forma individual y colectiva, para que Venezuela “cumpla los compromisos que asumió, de forma libre y soberana, con la democracia como única forma de gobierno aceptable en la región”.
De su lado, la oposición venezolana rompió finalmente su silencio el domingo al rechazar sutilmente las declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump sobre una “opción militar” en Venezuela y enfiló su desprecio a la “intervención” de Cuba en el país sudamericano. La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), una coalición de casi tres decenas de partidos opositores, rechazó en un comunicado “el uso de la fuerza, o la amenaza de aplicar la misma, por parte de cualquier país en Venezuela”. En el escrito, donde por primera vez la alianza opositora y sus líderes se refirieron a las declaraciones de Trump, la MUD no mencionó directamente al mandatario estadounidense. Empero, la alianza opositora concentró en el comunicado sus críticas sobre “la presencia e injerencia” de Cuba en “los asuntos internos” de Venezuela, que habría sido permitida desde 1999, primero por el ahora fallecido presidente Hugo Chávez y ahora por su heredero político, Maduro.
Leonel: “Sería un grave error histórico”
El expresidente dominicano Leonel Fernández, quien ha participado en una comisión mediadora entre el gobierno y la oposición de Venezuela, consideró que una eventual acción militar estadounidense en el país sudamericano sería “nefasta” y un “grave error histórico”. “Una intervención militar, además de vulnerar los principios de la legalidad internacional, sería la peor alternativa”, escribió el exmandatario en su cuenta en Twitter. “Sería una opción sencillamente nefasta y un grave error histórico. Apoyamos la negociación pacífica”, insistió Fernández.