En la contienda electoral taiwanesa, William Lai (Lai Ching-te), actual vicepresidente y candidato del Partido Democrático Progresista (PDP), emergió como el nuevo mandatario electo en las elecciones presidenciales de este 13 de enero.
Nacido en Wanli en 1959, Lai ha forjado su carrera política a lo largo de décadas, presentándose como un pragmático defensor de la independencia de Taiwán.
Lai inició su incursión en la política a mediados de la década de los 90, un momento en que la democracia taiwanesa estaba en sus primeras etapas de consolidación. En 1994, encabezó una asociación de profesionales de la salud en apoyo a Chen Ting-nan, candidato a gobernador de la provincia de Taiwán por el PDP. Dos años más tarde, se convirtió en el candidato más votado en las elecciones de la extinta Asamblea Nacional y, en 1998, representó a la ciudad sureña de Tainan en el Yuan Legislativo durante cuatro legislaturas consecutivas.
Su destacado desempeño como alcalde de Tainan entre 2010 y 2017 le otorgó un estatus nacional. En 2014, fue reelegido con un impresionante 73% de los votos, estableciendo un récord para las elecciones locales desde el levantamiento de la ley marcial en 1987. Este logro catapultó a Lai a la política nacional, primero como primer ministro (2017-2019) y luego como vicepresidente de Tsai Ing-wen, quien lo invitó a ser su compañero de fórmula en las elecciones presidenciales de 2020.
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A pesar de su autodenominación como un “pragmático trabajador por la independencia de Taiwán” en 2017, Lai ha modificado su discurso sobre la autonomía de la isla en línea con la opinión predominante en la sociedad taiwanesa. En su actual campaña presidencial, descarta la posibilidad de una declaración formal de independencia, afirmando que Taiwán ya es un “país soberano e independiente” bajo el nombre de la República de China.
Contrario al “principio de una sola China”, Lai propone seguir las políticas establecidas por Tsai Ing-wen. Sus cuatro principios fundamentales incluyen fortalecer la disuasión militar, garantizar la seguridad económica de Taiwán, profundizar las relaciones con democracias clave en el mundo y mantener una política pragmática hacia China. Durante la campaña, ha presentado estos comicios como una lucha entre “democracia” y “autocracia” y se ha mostrado partidario de reanudar el diálogo con Beijing, suspendido desde 2016.
En un intento por abordar las complejidades geopolíticas, Lai ha subrayado la importancia de la paz y el diálogo, afirmando en una rueda de prensa reciente: “La paz no tiene precio y no hay ganadores en una guerra. Queremos tener diálogo y cooperación con China”. Esta postura refleja su enfoque pragmático hacia las relaciones internacionales y su deseo de evitar tensiones innecesarias en la región.
Un aspecto destacado de la estrategia de Lai es la elección de Hsiao Bi-khim como su candidata a vicepresidenta. Hija de padre taiwanés y madre estadounidense, Hsiao se desempeñó como embajadora de facto en Washington entre 2020 y 2023, siendo la primera mujer en ocupar ese cargo. Su apodo autodenominado de “gata guerrera” es una referencia velada a la diplomacia del “lobo guerrero” ejercida por Beijing en los últimos años, destacando la postura firme de Taiwán en asuntos internacionales.
Un tercer mandato consecutivo del PDP, algo sin precedentes en la historia democrática de Taiwán, podría intensificar las tensiones con China, que ha etiquetado a Lai como “separatista” y cuestionado su integridad moral. Con una base de apoyo cercana al 35% del electorado, según las encuestas, Lai enfrenta la responsabilidad de equilibrar las aspiraciones independentistas de algunos sectores taiwaneses con la necesidad de mantener la estabilidad regional.
Lai, pese a ser un líder moderado, ha evolucionado en su postura sobre la independencia de Taiwán a lo largo de su carrera. Su enfoque y su llamado al diálogo, combinados con la experiencia y la perspicacia política adquiridas en su larga trayectoria, hacen de él un líder importante que ahora como presidente electo tendrá un papel fundamental en las tensiones que enfrenta la región Asia-Pacífico.