Moscú. Los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y China, Xi Jinping, llamaron al diálogo político para el arreglo de la crisis en Venezuela y rechazaron una posible intervención militar contra Nicolás Maduro.
La declaración conjunta emitida al término de las negociaciones entre Putin y Xi en el Kremlin llama a todas las partes implicadas en el conflicto venezolano a “apoyar una solución pacífica a los problemas en el país por medio de un diálogo político inclusivo” y a “oponerse a una intervención militar en Venezuela”.
“Seguimos atentamente el desarrollo de los acontecimientos en Venezuela y llamamos a todas las partes a cumplir con la Carta de la ONU, así como las normas del derecho internacional y las relaciones entre los Estados”, agrega.
Putin y Xi expresan también su intención de seguir manteniendo consultas sobre América Latina y reforzar los contactos y la interacción para profundizar las relaciones con los países de la región.
En la rueda de prensa ofrecida tras la reunión con Xi, Putin afirmó que ambos países “se pronuncian a favor de la estabilización de la situación en Venezuela”.
Rusia y China, que tienen grandes intereses económicos en Venezuela, son los dos aliados principales del Gobierno de Nicolás Maduro al que han apoyado desde el comienzo de la crisis en el país caribeño, después de que Juan Guaidó se proclamara presidente de Venezuela en enero pasado y fuera reconocido por una cincuentena de países.
Contrarrestará restricciones
También ayer Vladímir Putin y Xi Jinping anunciaron medidas para contrarrestar las restricciones a las exportaciones de altas tecnologías, en referencia a la actual guerra comercial entre el gigante asiático y Estados Unidos.
“Las partes se proponen contrarrestar la imposición de restricciones infundadas al acceso a los mercados de productos de tecnologías de la información con la excusa de garantizar la seguridad nacional, así como a la exportación de productos de altas tecnologías”, señala la declaración conjunta emitida al término de las negociaciones entre Putin y Xi en el Kremlin.