San Juan. – Puerto Rico afronta preparado el inicio de la temporada ciclónica en el Atlántico en la que se prevén hasta cuatro huracanes de categoría mayor con el temor a que pueda repetirse un desastre como María que arrasó la isla en 2017.
La temporada de huracanes en el Atlántico comienza este sábado oficialmente con las autoridades puertorriqueñas lanzando un mensaje de confianza a la población por los trabajos realizados para mejorar infraestructuras y los planes de respuesta a desastres naturales.
La población, casi 2 años después de aquel fatídico 20 de septiembre de 2017, no se ha recuperado completamente de los efectos de un ciclón histórico que le costó la vida a cerca de 3.000 personas -según un estudio encargado por el Gobierno- y causó daños materiales multimillonarios que acrecentaron el declive de una economía ya muy debilitada por una década de crisis económica.
La falta de preparación para responder a un evento de esa magnitud y la lenta respuesta de las autoridades federales estadounidenses que siguió a María provocan todavía inquietud.
El subsecretario de la Gobernación, Erik Rolón, aseguró esta semana que el Ejecutivo que lidera Ricardo Rosselló “está preparado para la nueva temporada de huracanes”, en una conferencia de prensa tras la reunión de agencias con responsabilidades en respuesta ante desastres naturales.
El comisionado del Negociado de Manejo de Emergencias y Administración de Desastres de Puerto Rico, Carlos Acevedo, apuntó sobre tema que el Gobierno está mejor preparado para afrontar desastres naturales como el huracán María de septiembre de 2017.
Acevedo justificó sus palabras al asegurar que la mejor preparación responde a disponer de planes de respuesta más robustos, comunicaciones más eficientes y, sobre todo, una organización con la que no se contaba en 2017.
A pesar de los mensajes de confianza que se mandan a la población desde el Gobierno hay críticas por el estado de la situación, como las de la ONG Oxfam, que con motivo del inicio de la temporada de huracanes denunció que es indignante que la gran mayoría de los millones de dólares de fondos federales para recuperación por desastre que se asignaron a Puerto Rico aún no hayan llegado a la isla.
La gerente del Programa de Oxfam América para Puerto Rico, María Concepción, señaló a través de un comunicado que es claro que las infraestructuras de la isla son frágiles y no están preparadas para futuras tormentas.
Además, según observó, la red eléctrica no es confiable y miles de personas aún viven bajo lonas en lugar de techos.
Según los datos aportados por Oxfam, en la isla, cuando nos acercamos a los 2 años de María, hay 30.000 lonas azules que sirven como techos provisionales para los hogares devastados por el huracán de septiembre de 2017.
El gobernador Ricardo Rosselló sostuvo en un acto público esta semana que la experiencia que se vivió con el huracán María dejó muchas enseñanzas y que la primera línea de respuesta ante emergencias y desastres en una comunidad son los propios vecinos.
Una de las principales preocupaciones de la población pasa por el servicio que pueda prestar la Autoridad de la Energía Eléctrica (AEE) si la isla volviera a ser golpeada por un huracán de gran magnitud.
El director ejecutivo de la AEE, José Ortiz, señaló que la infraestructura del sistema está preparada para aguantar un evento atmosférico como un huracán, aunque la distribución es el punto más débil.
Ortiz aseguró que el sistema de transmisión que lleva la línea principal del servicio de sur al norte de la isla es el más fuerte de la infraestructura de la compañía, pero tuvo que reconocer que el de distribución, que es el que más cerca se sitúa de los abonados en forma de transformadores o postes, presenta una situación comparativamente más débil.
La temporada ciclónica en el Atlántico, que comienza oficialmente este sábado, tendrá una actividad “cerca al promedio”, según la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de EE.UU. (NOAA), lo que implica la formación de entre dos y cuatro huracanes de categoría mayor.
La previsión es que se podrían registrar de 9 a 15 tormentas tropicales y entre 4 y 8 huracanes, de los cuales entre 2 y 4 serían de categoría mayor, es decir de grado 3, 4 o 5 en la escala Saffir-Simpson.