San Juan. Los rescatistas intentaban ayer llegar a las aturdidas víctimas del huracán María que devastó Puerto Rico, privó de suministro eléctrico a toda la isla y provocó deslaves e inundaciones. Mientras, en la isla de Dominica las autoridades reportaron 15 muertos y 20 desaparecidos.
Se desconoce la magnitud de los daños ya que decenas de municipios permanecen aislados y sin comunicación desde que María llegó el miércoles por la mañana con vientos de 250 kilómetros por hora (155 millas por hora), los más fuertes en 80 años en Puerto Rico.
Árboles derribados y grandes inundaciones bloquearon muchas carreteras y calles, creando un laberinto que obligaba a los conductores a marchar contra el flujo. Patrullas policiales con altoparlantes advertían a la gente que respete el toque de queda de 6 de la tarde a 6 de la mañana impuesto por el gobernador para seguridad de todos.
“Este será un evento histórico para Puerto Rico”, dijo el director de emergencias Abner Gómez.
El presidente Donald Trump declaró el estado de desastre federal en la isla.
En San Juan, la capital, enormes eucaliptos cayeron sobre una arteria principal de bares, restaurantes y cafés, algunos de los cuales sufrieron daños.
Frente a un edificio de apartamentos, Adrián Pacheco, un operador de turismo de 40 años, relató que pasó ocho horas acurrucado en el hueco de una escalera con otras 100 personas cuando el huracán arrancó los postigos y derribó tres balcones.
“Creo que la gente no preveía que la tormenta llegaría de esta manera”, dijo. “Puesto que Irma en realidad no sucedió, pensaban que con María sería lo mismo”.
El huracán Irma, que rozó Puerto Rico el 6 de septiembre, dejó a más de un millón de personas a oscuras pero no causó víctimas ni grandes daños como en otras islas.
Huracán dejó al menos 18 muertos en el Caribe
María ha provocado al menos 18 muertes en el Caribe: 15 en Dominica, dos en el territorio francés de Guadalupe y uno en Puerto Rico, donde un hombre falleció al ser golpeado por escombros que volaban. Ayer en la mañana María era una tormenta de categoría 3 con vientos de 185 kph (115 mph). Tenía su vórtice 150 kilómetros al nor-noroeste de Punta Cana, República Dominicana.