Managua. Al menos cuatro agentes de seguridad y un civil fallecieron en un enfrentamiento entre policías y pobladores, durante una protesta contra el presidente Daniel Ortega en Nicaragua, informaron la Policía Nacional y manifestantes “autoconvocados”.
El enfrentamiento ocurrió en la ciudad de Morrito, en el sureste de Nicaragua, en circunstancias que no han sido aclaradas.
La Policía Nacional informó que “un grupo de terroristas (…) simulando realizar una denominada marcha pacífica, de manera vil y cobarde atacaron con armas de fuego, la delegación policial del municipio de Morrito”.
Los “autoconvocados”, que reconocieron haberse “defendido” con balas, afirmaron en redes sociales que la marcha se desarrollaba de manera pacífica, cuando fueron atacados por los policías, y que los muertos fueron “ejecutados” en un supuesto intento de deserción.
En el tiroteo también falleció un maestro de educación primaria.
La Policía Nacional también reportó el secuestro de nueve de sus agentes, además de varios trabajadores de la Alcaldía Municipal de Morrito heridos.
“La CIDH condena los actos de violencia en Morrito, que provocaron el asesinato de cuatro policías y un profesor, rechaza enérgicamente estos hechos inaceptables, y espera investigaciones efectivas que aclaren las muertes. Reiteramos nuestro llamado al cese de la violencia”, dijo en sus redes sociales el secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Paulo Abrao.
Las protestas contra el presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, iniciaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.
Miembros de la OEA buscan reiniciar diálogo
Varios miembros de la OEA anunciaron que presentarán un proyecto de resolución para apoyar la reanudación del diálogo nacional en Nicaragua, como vía para solucionar la grave crisis que vive el país. El texto del proyecto, impulsado por Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Perú y Estados Unidos fue leído durante una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA.