Lo que en algunos países del mundo puede parecer menor, el último escándalo en Finlandia ha desatado un descalabro político.
Según la investigación de un diario finlandés, la familia de la primera ministra, Sanna Marin, utiliza fondos públicos para el pago de sus desayunos. Según estimaciones, estos desayunos cuestan unos mil dólares al mes, algo más de 30 dólares diarios.
“En las redes sociales ha habido gente que ha pedido su dimisión, pero la primera ministra dice que solo quiere seguir con su trabajo y centrarse en las próximas elecciones locales, que se celebran el próximo domingo. Algunos dicen que su imagen y la de los socialdemócratas podrían verse afectada, pero debo citar a un periodista local que dijo que esto demuestra que Finlandia ha sido muy transparente, y que los periodistas pueden cuestionar a las autoridades e investigar este tipo de asuntos”, señala Bergfors Nyberg, corresponsal de Euronews.
La primera ministra Sanna Marin ya ha anunciado que a partir de ahora pagará todas sus comidas, pero eso no impide que se inicie una investigación judicial.
Los finlandeses se han labrado la fama de ser poco tolerantes con los escándalos.