Ginebra. La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) dijo ayer que “la mayoría” de los 3.7 millones de venezolanos que han abandonado el país a causa de la crisis deben estar amparados por la protección internacional prevista para los refugiados.
Ante el deterioro de la situación en Venezuela, ACNUR ha presentado una nueva “Guía de orientación sobre el flujo de venezolanos”, dirigida a los gobiernos para que éstos no sean deportados, expulsados o forzados a volver a su país.
“Reiteramos nuestro llamamiento a los Estados para que permitan a los venezolanos acceder a sus territorios y que allí reciban una protección adecuada”, dijo la portavoz del ACNUR en Ginebra, Liz Throssell, en rueda de prensa.
Reconoció que la cantidad de personas que abandonan Venezuela “plantea grandes desafíos porque los sistemas de asilo podrían verse desbordados”.