Washington, 18 sep (EFE).- Ovidio Guzmán, uno de los hijos del narcotraficante mexicano Joaquín “el Chapo” Guzmán, se declaró este lunes no culpable de los cinco cargos de los que está acusado en un tribunal federal de Chicago (EE.UU.), entre ellos el de narcotráfico y lavado de dinero.
El también conocido como “el Ratón” está acusado de conspirar para distribuir droga, formar parte de una empresa criminal, exportar narcóticos a Estados Unidos, efectuar transacciones financieras con el producto de actividades ilegales y usar y portar ilícitamente armas de fuego.
El Departamento de Justicia apuntó este lunes en un comunicado que se le reprocha conspirar para distribuir cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana desde México y otras partes a Estados Unidos. Esa actividad se produjo entre mayo de 2008 hasta “al menos” octubre de 2021.
Guzmán fue extraditado a Estados Unidos desde México el pasado viernes y la de hoy fue su primera comparecencia ante el tribunal del distrito norte de Illinois, en Chicago. El hijo de “el Chapo”, de 33 años, quedará detenido sin derecho a fianza.
El diario The Chicago Tribune publicó que fue presentado con el traje naranja de presidiario y grilletes en los tobillos. Escuchó la sesión a través de un intérprete, pero se dirigió de forma puntual a la jueza, Sharon Johnson Coleman, en inglés.
En caso de ser declarado culpable, dos de los cargos conllevan la cadena perpetua. Como ocurre con todos los ciudadanos que México extradita a Estados Unidos, se puso como condición que el hijo de “el Chapo” no será sentenciado a muerte si es condenado por los delitos que se le imputan.
La sala prohibió en esta vista los teléfonos y otros aparatos electrónicos y contó con una fuerte presencia policial, con “al menos” ocho agentes rodeando al acusado y cerca de la puerta, detalló The Chicago Tribune.
Su próxima comparecencia judicial está prevista para el próximo noviembre.
Guzmán era uno de los narcotraficantes más buscados por Washington por su participación en el tráfico de fentanilo y fue arrestado por las autoridades mexicanas el pasado enero.
En abril de este año, la Justicia estadounidense presentó cargos en tres distritos federales distintos contra él y tres de sus hermanos por haber presuntamente asumido el liderazgo del cartel de Sinaloa tras el arresto y la posterior extradición de su padre a EE.UU.
El cartel de Sinaloa, según EE.UU., es la organización narcotraficante “más poderosa del mundo” y responsable en gran parte de la producción y manufactura de fentanilo para su distribución en Estados Unidos, donde esa droga, considerada 50 veces más potente que la heroína, es “la principal causa de muerte entre los estadounidenses de 18 a 49 años”.
La detención de Guzmán, el pasado 5 de enero, tuvo lugar días antes de la visita a México del presidente estadounidense, Joe Biden, con motivo de la Cumbre de Líderes de América del Norte, aunque el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, negó entonces cualquier relación entre los dos hechos.
Este lunes, López Obrador afirmó que la extradición se efectuó para no dar pretextos de “politiquería” a EE.UU., que tiene programadas sus próximas presidenciales en noviembre de 2024.
“Es importante que no se dé motivo a quienes utilizan el tema de narcotráfico con propósitos politiqueros en Estados Unidos. Hay dos temas que se utilizan mucho cuando hay elecciones en Estados Unidos: lo del narcotráfico y la migración”, dijo el mandatario mexicano en su rueda de prensa matutina.
El Ejecutivo estadounidense reiteró este lunes su agradecimiento a las autoridades mexicanas por su colaboración. Según el Departamento de Justicia, el fiscal general, Merrick Garland, habló hoy con su homólogo mexicano, Alejandro Gertz Manero, para expresarle su gratitud al respecto. EFE