Managua. El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, convocó ayer a la reanudación del diálogo nacional para el próximo miércoles 27 de febrero, con el fin de buscar una salida a la crisis sociopolítica que vive el país.
Durante un acto oficial, el mandatario explicó que a ese acuerdo llegó con un grupo de prominentes empresarios nicaragüenses con los que se reunió el sábado pasado, con la presencia como invitados del cardenal y arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, y el nuncio Waldemar Stanislaw Sommertag.
El diálogo entre el Gobierno sandinista con la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, con la Conferencia Episcopal de Nicaragua como mediadores y testigos, ya había comenzado en mayo pasado, pero fue abandonado de forma unilateral por Ortega en julio.
Ortega dijo a través de cadena de radio y televisión que la mesa del diálogo se instalará con menos actores y que está vez no será televisada, porque “eso no es correcto en una negociación”.