Río de Janeiro.– Al menos cinco personas murieron este jueves en una favela de Río de Janeiro, durante un gran operativo de la Policía contra una banda dedicada a asaltos y robo de cargas, informaron las autoridades.
Una mujer de 50 años, vecina del lugar y que según sus familiares murió dentro de un carro por una bala perdida, un cabo de la Policía Militarizada y tres sospechosos que fueron encontrados sin vida, son los muertos confirmados hasta el momento por las autoridades.
Otro uniformado fue herido en un pie y trasladado a un hospital cercano al lugar del tiroteo, donde se encuentra estable, según un comunicado de la Policía Militarizada.
En la operación participaron cerca de 400 uniformados que ingresaron desde tempranas horas al Complexo do Alemao, un deprimido conglomerado de favelas en el norte de Río.
Según el comunicado de las autoridades, los equipos de la Policía Militarizada y Civil “fueron atacados a balazos en diferentes puntos del Complexo”.
Testigos de los hechos aseguran que al menos tres personas más también resultaron heridas de gravedad y algunos medios locales señalan que el número incluso puede ser mayor, pero el dato aún no ha sido confirmado oficialmente por las autoridades.
El operativo, para el que también fueron utilizadas cuatro aeronaves y diez vehículos blindados, buscaba a los miembros de una banda dedicada al robo de automóviles y vehículos de carga y al asalto de bancos.
Durante la acción, las autoridades incautaron una ametralladora calibre .50 (capaz de derribar un helicóptero), cuatro fusiles y dos pistolas.
Este es el segundo operativo en menos de diez días en la zona, después de que el pasado 12 de julio otra acción de los uniformados dejó un saldo de seis muertos.
Los enfrentamientos entre la Policía y grupos criminales que disputan el control del tráfico de drogas son frecuentes en las áreas más empobrecidas de Río de Janeiro, castigadas por la violencia.
Las operaciones policiales en Río de Janeiro han prendido las alarmas de organismos de derechos humanos, que han pedido control sobre los uniformados.
En 2021, más de 6.100 personas murieron a manos de la Policía, según datos del Anuario de Seguridad Publica.