El llamamiento del alcalde neoyorquino llega después del asesinato el pasado fin de semana del artista local Jayquan McKenley, de 18 años, que fue tiroteado tras salir de un estudio de grabación en el distrito de Brooklyn.
Ese suceso se suma a otros anteriores que las autoridades relacionan con pandillas y con el drill, un estilo marcado por versos a menudo violentos que nació en Chicago durante la década pasada y que ha ganado gran popularidad en otras ciudades y países.
“Yo no tenía ni idea de lo que era el drill, pero llamé a mi hijo y me mandó algunos videos, y es alarmante”, aseguró Adams este viernes durante una conferencia de prensa, en la que defendió que las redes sociales tienen que tomar medidas para frenar su difusión.
El alcalde neoyorquino, que en medio de un repunte de la violencia armada en todo Estados Unidos ha situado la seguridad como su gran prioridad, dijo que tiene intención de reunirse con las empresas de redes sociales para dejarles claro que “tienen una responsabilidad cívica y corporativa”.
“Echamos a Trump de Twitter por lo que estaba diciendo y sin embargo estamos permitiendo que sigan en estos sitios música, exhibición de armas, violencia…”, lamentó el político demócrata.
Adams, exagente de policía, dijo que también quiere reunirse con artistas de drill para abordar cómo su música está haciendo proliferar la violencia en muchas comunidades de Estados Unidos.
Esta semana, el fiscal de Brooklyn, Eric González, ya había advertido en una entrevista con el canal local Fox 5 que “los videos de drill rap están alimentando la violencia entre bandas rivales”, tras varios tiroteos recientes en el distrito que las autoridades vinculan con artistas de este género.
Según González, “la música en sí no es la causa de la violencia, pero está alimentando el deseo de tomar represalias” por parte de miembros de pandillas.
Las autoridades denuncian que en muchas de las canciones se abordan choques y rencillas entre grupos, acompañados por videos en los que abundan las armas y las amenazas, que terminan por desencadenar peleas y tiroteos. EFE