Las autoridades mexicanas rescataron en la tarde del miércoles el cuerpo de un niño hondureño de ocho años que murió ahogado al intentar cruzar el río Bravo hacia Texas (EE.UU.) en compañía de su familia, a la altura de la localidad mexicana de Piedras Negras.
Un comunicado del Instituto Nacional de Migración (INM) explicó este jueves que “el menor permanecía en compañía de varias personas adultas sobre una pequeña isleta ubicada entre las fronteras de México y EE.UU., pero no soportó el golpeteo del agua, la cual lo envolvió y mantuvo sumergido durante varios metros”.
Cuando se recuperó su cuerpo, fue imposible hacer nada por salvar su vida, a pesar de que se le aplicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar en repetidas ocasiones.
La familia es devuelta a México
Los padres y la hermana del pequeño, que sí habían alcanzado la orilla estadounidense, fueron sin embargo detenidos por la Patrulla Fronteriza y devueltos a suelo mexicano, concretamente al puente fronterizo de Piedras Negras, para efectuar el reconocimiento del cadáver.
Posteriormente, una representación del Consulado de Honduras asistió a la familia y les proporcionó un alojamiento provisional en el estado mexicano de Coahuila de Zaragoza, mientras se ejecutaban los trámites necesarios para la repatriación del cuerpo del niño.
En su cuenta de Twitter, el INM señaló asimismo este jueves que “en la misma zona, rescataron a una mujer con 8 meses de embarazo, a una niña de 5 años de edad y a un hombre adulto”, que también se encontraban “en una isleta del río Bravo”, para intentar cruzar de manera irregular a EE.UU.
El mismo organismo había informado el miércoles de la muerte de una migrante venezolana en condiciones muy similares a las del niño hondureño recién fallecido.