Una escena horrible se desarrolló este martes en una gasolinera en West Palm Beach, Florida, cuando un niño de 10 años disparó a la cara de su hermana después de encontrar un arma en el vehículo de su madre.
La mujer dejó a cuatro niños de entre 10 y 1 año en el auto, mientras entraba a comprar algo en una estación de servicio RaceTrac ubicada en la calle 45.
Tras bajarse del auto, el hijo mayor encontró una Glock semiautomática guardada en el carro y accidentalmente la disparó. La bala impactó en la cara de su hermana de 8 años. Por suerte, la herida no resultó mortal. Los otros dos menores, un niño de 1 año y una niña de 2 años, resultaron ilesos.
El portavoz de la policía de West Palm Beach, Mike Jachels, explicó que “la mamá estaba en el interior de la tienda. El niño de 10 años aparentemente curioseaba los contenidos de la consola central del carro. Y por razones que aún no sabemos el arma que estaba ahí adentro, fue disparada impactando a la niña de ocho años en la cara”.
“Cuando la policía llegó al lugar, encontró a la niña consciente y alerta. Posteriormente, llegó al Centro Médico St. Mary por los paramédicos del Cuerpo de Bomberos de West Palm Beach”, agregó Jachles.
Se espera que la niña se recupere, dijo la policía.
La policía de West Palm Beach señaló que este incidente debería ser un recordatorio sobre la responsabilidad de tener armas y asegurarse de que no acabe en manos equivocadas.
“Cada arma de fuego viene con la propiedad responsable”, indicó Jachles. “Cada pistola debe tratarse como si estuviera cargada”.
La Unidad de Víctimas Especiales de la Policía de West Palm Beach, junto con el Departamento de Niños y Familias de Florida, están llevando a cabo dos investigaciones por separado.