Presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump,
Presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump,

Tucson (EE.UU.), 23 dic (EFE).- La incertidumbre y el miedo se apoderan de familias inmigrantes en Estados Unidos, que auguran una “amarga” Navidad, sin regalos ni cenas especiales, y ahorrando para abogados de migración a pocos días del regreso a la Casa Blanca de Donald Trump, quien prometió comenzar su nuevo mandato con deportaciones masivas.

La casa de la mexicana María Santos en la ciudad de Tucson es una de las pocas en su vecindario que no tiene luces navideñas ni adornos en su jardín.

En su sala no hay un arbolito de Navidad, ni mucho menos regalos para sus dos hijos.

“Trump es un hombre que ama mucho a su país, estoy segura de que hará cosas buenas como presidente. Sin embargo y desafortunadamente, no nos quiere a nosotros, no quiere gente extraña en su país, a gente como nosotros a quienes nos ha llamado inclusive criminales”, dijo Santos a EFE.

La migrante mexicana indocumentada está convencida que Trump hará la vida “imposible” para los migrantes, especialmente aquellos como ella.

Todos los fines de semana la migrante vende en un mercado en Tucson, pero las ventas se han desplomado. Ella cree que muchas familias tienen miedo de las medidas que podría tomar Trump y están ahorrando su dinero.

Su esposo fue detenido en 2013 y después deportado a Honduras. Regresó a solicitar asilo, pasó más de dos años en un centro de detención en Arizona hasta que nuevamente fue deportado.

Santos asegura que ha soportado todo por sus hijos, ambos ciudadanos estadounidenses, y uno de ellos con autismo.

“En México, él nunca habría recibido el tratamiento y la terapia que ha necesitado y que aún necesita para valerse por sí mismo”, lamentó.

Para rematar, el dueño de la casa le pidió que desalojara porque vendió la vivienda, y además la renta le subió de 800 a 1.300 dólares al mes.

“Esta fue la casa más barata que pude encontrar, que me permitieron tener a mis perros y no pidieron tantos requisitos como verificar su crédito”, recuerda.

Dice además que le rompió el corazón que su hija mayor teme que Trump quiere “quitar” la ciudadanía a los hijos de migrantes indocumentados.

“Le pido a mi Dios y a la Virgen que ilumine a Trump a que haga algo también por nosotros, quizás una reforma migratoria”, dijo Santos, quien tiene 22 años en el país.

Que deporten, pero a los criminales

La familia del mexicano Carlos Martínez también está “apretando el cinturón” y ahorrando por si necesitan un abogado de inmigración, entre otros gastos.

“Esta vez no tendremos una celebración de Navidad, mis hijos saben que no habrá regalos, ni tampoco una gran cena”, dijo Martínez a EFE.

Su mayor temor es que lo detengan y su esposa y tres hijos se queden sin su apoyo económico.

“Yo tengo viviendo diez años en este país, tengo un récord limpio, sé que quizás no seré una prioridad para Trump, pero ¿si me toca?”, dijo.

Martínez trabaja en la construcción y limpia yardas. sin embargo al igual que Santos asegura que el trabajo ha ido disminuyendo al mismo tiempo que los precios han subido.

Su esposa vende empanadas y tamales para ayudar.

Ambos señalan que no entienden el “odio” que Trump y sus seguidores contra de los migrantes que como ellos solo vienen a trabajar, criar a sus hijos y tener una vida pacífica.

“Sabemos que hay migrantes que vienen y tienen un récord criminal o que comenten delitos, miembros de pandillas, sin embargo no pueden juzgar a todos por los actos de unos cuantos”, dijo el hombre.

Aseguró que nadie quiere ni protege a un criminal, y que estos deben ser deportados.

“Sin embargo aquellos que somos buenos ciudadanos nos deberían dar la oportunidad de permanecer junto a nuestras familias, no hacemos daño a nadie, al contrario contribuimos con nuestras comunidades”, dijo el padre de esta familia que hace trabajo comunitario con su iglesia.

Activistas aseguran que las familias migrantes están pasando momentos difíciles, y las urgen a tener sus documentos personales y los de sus hijos a la mano, como actas de nacimiento.

“Existe mucho miedo, temor, algunos de ellos inclusive están pensando en dejar el país y regresar a sus países de origen”, dijo a EFE Petra Falcón, directora de Promesa Arizona.

 Falcón recomendó a las familias tener firmado un poder legal para que un familiar se pueda hacer cargos de sus finanzas y sus hijos en caso de que sean arrestados.

“No sabemos lo que va a pasar, pero creo que serán tiempos muy difíciles para nuestra comunidad migrante”, se lamentó Falcón. EFE

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