FREETOWN, Sierra Leona. Entre lágrimas, Hawa Stevens habló acerca de los 28 miembros de su familia que fallecieron luego de los deslaves e inundaciones que arrasaron Freetown y cobraron las vidas de cientos de personas.
“Mi madre, padre, hermanos y hermanas, mis primos, todos muertos. Mi vida ha sido destrozada… Por favor ayúdame Dios mío”, sollozó mientras esperaba en una larga fila debajo de la intensa lluvia el miércoles afuera de la morgue de la ciudad donde acudió para tratar de identificar los cuerpos de sus seres queridos.
Stevens estaba rodeada de cientos de personas, algunas con mascarillas para evitar respirar el olor de la muerte. Muchos en la fila estaban aferrados a fotografías en la que fuera su última esperanza de encontrar a sus seres queridos y poder darles un entierro digno. Para Stevens, la espera sólo trajo decepción. “Sólo pude identificar a dos personas de toda mi familia”, dijo afligida.