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Buenos Aires, 18 oct (EFE).- El presidente argentino, Javier Milei, convocó este viernes al empresariado a invertir en Argentina, al tiempo que les prometió que avanzará con la “dolarización endógena” para cerrar el Banco Central y con la salida del llamado “cepo cambiario”.
“Conforme avance la dolarización endógena, va a haber un momento en el que va a ser muy grande la operatoria en dólares, en pesos muy chiquita, y cuando se dé esa situación vamos a estar en condiciones de cerrar el Banco Central”, dijo Milei, al clausurar la 60 edición del Coloquio de IDEA, un foro empresarial que tuvo lugar en la ciudad costera de Mar del Plata, en la provincia de Buenos Aires.
El mandatario consideró que no “es culpa de los empresarios que ponen los precios altos”, sino que adjudicó a la emisión monetaria como principal causa de la inflación en Argentina y atribuyó “el origen” de la inflación a la pérdida del poder adquisitivo.
Tras estas palabras, Milei convocó a los empresarios a invertir en Argentina y “ponerse al hombro su rol de emprendedores”, al asegurar que el peso argentino tendrá una apreciación mayor y que no tendrán “una abrupta caída del tipo de cambio que no les permita ajustarse”.
“No tengan miedo, pueden hacer transacciones en dólares o en cualquier otra moneda, eso no es un problema”, agregó.
Con la baja de la inflación “inducida”, generada por su programa económico, el presidente afirmó que liberará el mercado de cambios oficial, donde bajo restricciones cada dólar cotiza 1.002 pesos en el mercado mayorista.
En septiembre último la inflación mensual bajó a 3,5 % en Argentina y, según parámetros del propio Milei, la salida del “cepo cambiario”, como se llama a los controles de capitales, se daría con una inflación del 2,5 % o inferior.
Milei también auguró que el índice de riesgo país de Argentina “va a colapsar”, ya que desde fines de septiembre viene disminuyendo de 1.311 a 1.100 puntos básicos, gracias a un nuevo superávit fiscal al tiempo que se consolida un blanqueo de capitales.
El presidente argentino prometió que “la inflación seguirá bajando” y resaltó su plan de estabilización económica por medio de ajustes fiscales, que tiene por objetivo llegar al déficit y emisión monetaria a cero.
Milei celebró que recortó 50.000 puestos de trabajo en el Estado, cerró contratos y vetó leyes de reformas a favor de los jubilados y financiamiento universitario, así como la eliminación casi total de la obra pública.
“Como somos gente honesta, lo primero que cortamos fue la obra pública, donde otro gran ‘curro’ eran las transferencias discrecionales a las provincias”, indicó el ultraderechista.
“Por el tipo de ajuste que estábamos haciendo era muy probable que el impacto más fuerte se sintiera en el primer trimestre y era importante hacer el ajuste durante vacaciones, para que la gente no se enterara tanto, por decirlo de alguna manera”, admitió el jefe de Estado.
Ese “impacto negativo” en el sector productivo “se empezó a revertir” y “la capacidad instalada está por encima de lo que teníamos el año pasado. El programa económico fue tan bien diseñado que implicó no tener que sufrir fuertemente en materia de actividad”, cerró Milei.