Brasil. El presidente Jair Bolsonaro y el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva comenzaron ayer sus respectivas campañas para la segunda vuelta de las presidenciales de Brasil.
En Sao Paulo, Lula da Silva llamó a “todas las fuerzas políticas” a unirse en torno a su candidatura para derrotar al actual gobernante, Jair Bolsonaro, en la segunda vuelta de los comicios.
“Tenemos que cerrar acuerdos y conversar con todos los que no votaron por nosotros”, afirmó Lula, después de una reunión con el comité de su campaña, tras la victoria en las presidenciales del domingo con un 48.24% de los votos, frente al 43.36% que obtuvo el líder ultraderechista.
El objetivo de Lula, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, es ahora conformar un “bloque democrático” más amplio que la coalición progresista de diez partidos con la que se presentó a esta cita electoral y para ello pretende sumar a los candidatos derrotados en primera ronda.
En este contexto, la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT) y coordinadora de la campaña, Gleisi Hoffmann, anunció que ya han entrado en contacto con el Partido Democrático Laborista (PDT), cuyo abanderado fue Ciro Gomes, hoy enemistado con Lula.
Llama a mantener el foco
En Brasilia Bolsonaro, animó a sus seguidores a “mantener el foco” para la votación definitiva del 30 de octubre.
“¡Mantengan el foco! Uno de los principales objetivos fue alcanzado”, escribió en sus redes sociales tras las elecciones de este domingo el líder de la ultraderecha, en aparente alusión al 43,2 % de votos que le permitieron avanzar a la segunda vuelta.
La coalición conservadora del capitán de la reserva del Ejército también obtuvo una fuerte votación para el Parlamento, que dominará a partir del próximo año. Según Bolsonaro, las fuerzas conservadoras lograron en las urnas “lo necesario para liberar a Brasil del autoritarismo, el chantaje y la injusticia que tanto indignan”.
En su opinión, “el cambio más profundo del país ya comenzó” y “no es el pueblo el que debe temer”. l efe
