Río de Janeiro.- El líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva lidera provisionalmente la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de este domingo en Brasil con 50,77 % de los votos válidos, frente al 49,23 % del presidente Jair Bolsonaro, tras haber sido escrutado más del 98 % del total, según los datos oficiales.
El dirigente progresista venció la primera vuelta, el 2 de octubre pasado, con el 48,4 % de los votos válidos, pero, como no obtuvo más de la mitad de los sufragios, tuvo que medirse hoy en el balotaje con el líder ultraderechista, que recibió el 45,2 %.
En la primera vuelta, Lula, señalado por los sondeos como el favorito a vencer hoy, se mantuvo gran parte del escrutinio en el segundo lugar y tan solo pasó a liderar cuando el porcentaje de votos contabilizados superó el 70 %.
Los colegios cerraron oficialmente a las 17.00 hora local (20.00 GMT).
El escrutinio ha sido más rápido en las regiones sureste y sur, donde Bolsonaro está por delante en las intenciones de voto, mientras que los datos del norte y el noreste, donde Lula tiene una amplia ventaja, se han contabilizado más tarde por cuestiones logísticas.
Retenes policiales, en el ojo del huracán en Brasil
El presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre de Moraes, afirmó que los retenes policiales en diversas carreteras del país en medio de las votaciones no han impedido que los electores ejerzan su derecho.
«En algunos casos eso retardó la llegada de los electores, pero en ningún caso impidió que puedan votar», declaró el magistrado en una rueda de prensa, en referencia a una denuncia de la campaña del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, favorito para ganar este domingo frente al presidente Jair Bolsonaro.
Según la campaña de Lula, esos retenes policiales fueron sobre todo en el noreste del país, el mayor fortín político del candidato progresista, lo cual fue documentado por numerosos videos que circularon en las redes sociales.
De Moraes conversó con la prensa tras una reunión con el director general de la Policía Federal de Carreteras, Silvinei Vasques, sobre quien dijo que le garantizó que las operaciones serían suspendidas y le aclaró que estaban centradas en asuntos vinculados al Código de Tránsito brasileño.