Roma. Ocho detenciones y otras cuatro denuncias de carteristas en las últimas 48 horas hicieron saltar este viernes las alarmas en Roma y Ciudad del Vaticano, inundadas de fieles, turistas y curiosos indefensos ante un problema ya habitual en los últimos años en la capital italiana.
Entre el caos y la continua aglomeración que viven Roma y Ciudad del Vaticano por la muerte del pontífice argentino, los carteristas se multiplican y emergen entre los que viajan hacinados en el transporte público y esperan en las largas colas de la basílica de San Pedro para acumular su botín.
Un vídeo viral en redes sociales en el que se veía a un carterista robar dentro de la basílica de San Pedro a un confiado hombre que caminaba ajeno a lo que estaba sufriendo provocó la indignación y exhibió el problema de una ciudad tan turística como Roma que ya sufre esta complicación desde hace años.
Los carabineros (la policía militarizada italiana), detuvo en las últimas 48 horas a ocho carteristas y recibió otras cuatro denuncias por robo, algo que no evitó que cesaran las quejas en redes sociales por continuos episodios de intentos de robo o incluso que el metro principal de la ciudad tuviera que parar momentáneamente en varias ocasiones su actividad al producirse este tipo de episodios.
Seguridad
Para este sábado, la policía y Protección Civil han dispuesto un amplio dispositivo de seguridad para el evento que prevén masivo, con una presencia estimada de 200,000 personas en la plaza de San Pedro del Vaticano para despedir al papa Francisco.
Además, un dispositivo de 11,000 militares y miembros de las fuerzas de seguridad, sin contar los equipos propios de las delegaciones internacionales, velará por que el funeral se celebre sin incidentes.