Washington. La Reserva Federal (Fed) de EE.UU. rompió este miércoles el ciclo de bajadas iniciado en septiembre pasado y mantuvo los tipos en el rango actual del 4,25 % al 4,5 %, desoyendo la petición pública del presidente estadounidense, Donald Trump, de que hubiera más recortes de forma inmediata.
El regulador tomó su decisión al término de una reunión de dos días de su Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), la primera del año y también la primera que tiene lugar bajo el segundo mandato del líder republicano, que comenzó el 20 de enero.
En su último encuentro, los pasados 17 y 18 de diciembre, todavía bajo la presidencia del demócrata Joe Biden (2021-2025), la Fed bajó los tipos por tercera vez en ese año, pero anticipó un ritmo de recortes más lento de cara a este 2025 señalando que su política actual es menos restrictiva y que pueden ser prudentes.
Trump, no obstante, había exigido públicamente celeridad y había considerado que sabe más de tipos que el propio Banco Central y “ciertamente mucho más”, según sus palabras, que quien está principalmente al cargo de decidir al respecto.
Powell dijo este miércoles no haber tenido contacto con el líder republicano, se negó a comentar sus palabras al considerar que hacerlo no sería apropiado y defendió la independencia de su organismo.
“No necesitamos tener prisa para ajustar nuestra postura”, sostuvo recordando que las bajadas consecutivas de los pasados septiembre, noviembre y diciembre fueron “adecuadas a la luz de los avances en materia de inflación y el reequilibrio en el mercado laboral”.
El FOMC ya había destacado en su comunicado que, como siempre, a la hora de prever cualquier ajuste, se supervisará “con cuidado” la información entrante y el balance de riesgos.
“Esto es lo que somos. Esto es lo que hacemos. Estudiamos los datos, analizamos cómo afectarán las perspectivas y el equilibrio de riesgos y utilizamos nuestras herramientas para intentar dar nuestra mejor evaluación para intentar alcanzar nuestros objetivos”, añadió Powell subrayando que no hay necesidad de tener “prisa”.
En esa misma línea cautelosa rechazó anticipar el impacto que puedan tener sobre la economía los aranceles previstos por Trump y su política migratoria.
“No sabemos qué pasará con los aranceles, la inmigración, la política fiscal y la política regulatoria; apenas estamos empezando a verlo y en realidad no estamos viendo mucho. Debemos dejar que esas políticas se articulen antes de que podamos siquiera comenzar a hacer una evaluación plausible de cuáles serán sus implicaciones”, apuntó.