El aeropuerto de Hong Kong, que emplea a 78.000 personas y ha recibido numerosos galardones, aporta alrededor del 5 % del producto interior bruto (PIB) hongkonés y hasta que comenzó la pandemia era uno de los cinco aeropuertos mundiales más transitados.
En 2019 pasaron por él 71,5 millones de pasajeros y 419.730 vuelos; en 2020, las cifras se redujeron a 8,8 millones de pasajeros y 160.655 vuelos, un 87 y 62 %, respectivamente.
Las cifras de 2021 son aún más bajas, con 1,4 millones de viajeros y 144.815 vuelos, un panorama que ha llevado a expertos del sector a manifestar su inquietud.
El director general de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA por sus siglas en inglés), Willie Walsh, afirmó en una conferencia de prensa la semana pasada que Hong Kong está en este momento “básicamente fuera del mapa” y aún tardará en ponerse al día frente a la reactivación que ya ha comenzado en buena parte del mundo.
Mientras, Law Cheung-kwok, del Centro de Investigación y Política Aeronáutica de la Universidad China de Hong Kong, consideró en declaraciones a Efe que las manifestaciones de Walsh son “lógicas” pero la situación es solo temporal.
“El aeropuerto de Hong Kong ha desaparecido sin duda del mapa de la aviación internacional, pero la ‘covid cero’ es una política transitoria. Eventualmente necesitamos convivir con el virus”, sostiene.
Para el experto, a la excolonia recuperarse le llevará de dos a tres años recuperarse.
“En 2019, la mitad de los 70 millones de pasajeros que llegaron lo hicieron en tránsito y la otra mitad tenía Hong Kong como destino. Mientras la ciudad pueda mantener su estatus de centro financiero internacional, y creo que podrá, siempre habrá viajeros que le permitan mantener al aeropuerto su vitalidad”, opinó.
Sin embargo, precisó que la fuerte competencia de aeropuertos cercanos en la China continental también puede afectar al de Hong Kong a la hora de recuperar su privilegiada posición anterior.
Así, aunque el aeródromo hongkonés acaba de construir una tercera pista que comenzará a operar este año, el internacional de Shenzhen también está construyendo una tercera pista, mientras el de Guangzhou (Baiyun) planea una quinta.
“El estatus del aeropuerto de Hong Kong declinará con toda seguridad. Pero el pastel es grande y todavía es posible obtener altos beneficios”, concluyó