Naciones Unidas, 4 mar (EFE).- La ONU reconoció este martes que mantiene contactos con el M23, el grupo armado irregular que controla una parte del este de la República Democrática del Congo (RDC), pero aclaró que eso “no implica reconocimiento”, en palabras del portavoz de la secretaría general de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric.
El vocero de la ONU respondió así a informaciones provenientes de la RDC que afirman que el M23 está creando su propia administración paralela en las zonas que controla, una franja del este del país fronteriza con Ruanda, en torno a las ciudades de Goma y de Bukavu.
El portavoz explicó que, en esta como en otras crisis, cuando se produce un cambio ‘de facto’ en el control de territorios y ante la llegada de un nuevo grupo, “tenemos que hablar con ellos para poder hacer nuestro trabajo correctamente y poder como mínimo cumplir con nuestro mandato”.
Dujarric insistió en que el argumento principal es poder hacer llegar la asistencia humanitaria y por ello los cascos azules en el país llevan a cabo contactos con el grupo rebelde militar a nivel local.
“Pero que sea el M23, o cualquier otro grupo que es una autoridad de facto, eso no implica reconocimiento”, aclaró el vocero.
Por lo mismo, Dujarric no ahorró sus críticas al movimiento aliado de Ruanda: “El M23 no está facilitando, o más bien está obstaculizando el trabajo de la misión de paz (de la ONU) en las áreas que controla”.
El M23, que cuenta con el apoyo de Ruanda -según las Naciones Unidas y países como Estados Unidos, Alemania y Francia-, tomó el fin de semana del 15 y 16 de febrero Bukavu, estratégica capital de Kivu del Sur, vecina de Kivu del Norte, cuya capital, Goma, ocupó también el pasado 27 de enero.
El grupo rebelde militar controla ahora las capitales de esas dos provincias, fronterizas con Ruanda y ricas en minerales como el oro o el coltán, fundamental en la industria tecnológica y en la fabricación de teléfonos móviles.