Roma. El número de personas que padecen hambre crónica en el mundo ha vuelto a aumentar luego de una década en descenso debido a la intensificación de los conflictos, inundaciones y sequías, informó ayer Naciones Unidas.
En su informe anual sobre la situación alimenticia, la ONU dijo que 185 millones de personas sufrieron desnutrición crónica el año pasado, 38 millones más que el año anterior.
Aunque la cifra dista de la de 900 millones de hambrientos en 2000, la ONU advirtió que el aumento “es causa de grave preocupación”.
El 60% de las personas con hambre crónica se encuentran en zonas de conflicto provocado por el hombre.
“Es una vergüenza. Es una acusación contra la humanidad”, dijo el titular del Programa Mundial de Alimentos, David Beasley.
La ONU ha dicho que alrededor de 20 millones de personas enfrentan posibles hambrunas en Sudán del Sur, el noreste de Nigeria, Somalia y Yemen.