La expresidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, detenida desde el lunes por el golpe de Estado contra Evo Morales, dijo este miércoles que tenía una “descompensación” y pidió ser trasladada de urgencia a una clínica cercana a su lugar de reclusión, informó el diario local El Deber.
Según reportó el medio, Áñez padece de hipertensión, por lo que su abogada Norka Cuéllar intentó que su defendida fuera hospitalizada en la Clínica del Sur, pero no lo consiguió.
Otro de los letrados que la defienden, Luis Guillén, señaló al medio Página Siete que la Dirección General de Régimen Penitenciario aún no autorizó a la política de 53 años a abandonar el penal. “No, no la han dejado salir, no la están dejando salir“, denunció.
Hasta las 19:00 (hora local), la exdiputada conservadora continuaba alojada en el penal de mujeres de Obrajes, en la ciudad de La Paz.
La Justicia boliviana ordenó la prisión preventiva de Áñez por cuatro meses, bajo los cargos de “terrorismo, sedición y conspiración“.
También fueron detenidos varios de sus exministros, por su presunta participación en el violento derrocamiento del líder del Movimiento al Socialismo (MAS), ocurrido en noviembre de 2019.