Yakarta. Indonesia, un país multirreligioso que acoge la mayor población musulmana del mundo, ultima este lunes las preparaciones para recibir mañana la visita del papa Francisco con un mensaje de tolerancia y en medio de fuertes medidas de seguridad.
Las autoridades indonesias indicaron que unos 4,300 soldados y 4,700 policías, así como francotiradores, velarán por la seguridad del papa, que participará en diversos eventos en Indonesia entre el 3 y 6 de septiembre en la primera parada de su gira asiática.
El máximo representante católico, de 87 años y con una salud frágil, también estará acompañado por miembros de la guardia suiza procedente del Vaticano, informó la agencia estatal de noticias indonesia Antara.
Mientras que en las calles de Yakarta no se observan indicios de la visita del pontífice, la catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Yakarta se encontraba hoy decorada con fotografías del papa con motivo de la visita.
Arsyad Alhadi, un musulmán de 25 años, indicó a EFE que respeta el mensaje de tolerancia y paz del papa y afirmó que la idea de la armonía es importante hoy en día en Indonesia y en sitios como Gaza, donde afirmó que católicos están siendo atacados como los musulmanes.
“Su mensaje (del papa) gira en torno a la paz, especialmente con los musulmanes y católicos. Sé que el papa ha visitado otros países musulmanes”, indicó Arsyad.
Tolerancia religiosa
Se trata del tercer papa que visita Indonesia, después de Pablo VI en 1970 y Juan Pablo II en 1989, y está previsto que el pontífice destaque el diálogo con el islam y tras religiones en el archipiélago, así como la lucha contra el cambio climático. Durante su visita, Francisco se reunirá con el presidente saliente, Joko Widodo, y con representantes religiosos, al tiempo que participará en un acto interrreligioso en la mezquita Istiqlal en Yakarta y ofrecerá una misa en el estadio Gelora Bung Karno, en el que se espera la participación de 80,000 personas. La catedral y la mezquita Istiqlal están unidas por un túnel subterráneo, construido por las autoridades en 2020 como un símbolo de la tolerancia religiosa.