Jerusalén, 23 dic (EFE).- El grupo islamista Hamás criticó este sábado una reciente reunión entre los líderes de las iglesias en Tierra Santa con el presidente israelí, Isaac Herzog, celebrada en plena guerra entre el grupo islamista e Israel, y estimó que ese liderazgo cristiano “no representa” al pueblo palestino.
“Estamos conmocionados por la imagen de los líderes cristianos de los territorios palestinos ocupados reuniéndose con el presidente de la entidad sionista con motivo de la Navidad y tomándose fotografías conmemorativas con él”, indicó en un comunicado Basem Naim, miembro del buró político de Hamás en Gaza.
“Ninguno de ellos habló de los tiempos difíciles que atraviesa nuestro pueblo debido a los crímenes de genocidio y crímenes de limpieza étnica a manos del ejército sionista (…) que destruyó todo lo palestino, incluidas mezquitas e iglesias, y mató a todos sin distinguir entre cristianos y musulmanes”, añadió.
Desde que estalló la guerra el 7 de octubre, Israel mantiene una potente ofensiva por aire, tierra y mar sobre la Franja que ha dejado más de 20.057 muertos y 53.320 herido, así como 1,9 millones de desplazados -casi el total de la población- que viven una crisis humanitaria sin precedentes ante la escasez de agua potable, alimento, medicinas, electricidad y combustible, además del colapso de los hospitales y el brote de epidemias.
Argumentando que los milicianos de Hamás utilizan infraestructura civil para sus operaciones, el Ejército israelí ha atacado mezquitas, iglesias, escuelas, hospitales y mercados. Así, el 70% de los muertos en el enclave palestino son niños, mujeres y ancianos, según fuentes sanitarias de la franja.
“Estamos unidos a nuestros hermanos cristianos por el sufrimiento (…) Creemos que este liderazgo cristiano, con este comportamiento, no representa a nuestro pueblo”, subrayó Naim.
El jueves pasado, Herzog se reunió con a Theophilos II, el patriarca de Jerusalén, junto a otros líderes de las iglesias de Tierra Santa.
Herzog hizo referencia al ataque que perpetró Hamás contra Israel el 7 de octubre, que dejó unos 1.200 muertos, 250 secuestrados y detonó la guerra, asegurando que “hay muchas personas de las comunidades cristianas que fueron afectadas”.
“Nada de esto es compatible con los Evangelios, con las enseñanzas de Jesucristo o las de la fe judía, ni tampoco con el islam moderado. Nuestro problema es el islam fundamentalista extremo”, dijo el mandatario, al demandar que “todas las voces del mundo cristiano expresen una condena clara” contra el ataque de Hamás y “apoyen los esfuerzos (israelíes) para erradicar el mal de la faz de Tierra Santa”.
Teófilo III exigió en la reunión “un alto el fuego urgente, humanitario, permanente e inmediato” en Gaza, al subrayar “la santidad de cada vida humana y la búsqueda de la libertad y la seguridad para todos los residentes de la diversa Tierra Santa”, según un comunicado del Patriarcado Griego Ortodoxo de Jerusalén.
Los líderes de las iglesias señalaron “la profundización de la crisis humanitaria y el sufrimiento de los civiles inocentes” en Gaza, y rechazaron cualquier solución militar, al abogar por “el diálogo y la reconciliación como únicos caminos sostenibles hacia la paz”, añadió el comunicado.
El 20 de octubre, una veintena de palestinos cristianos murieron por un ataque aéreo del Ejército israelí sobre la iglesia greco-ortodoxa de San Porfirio en la ciudad de Gaza, donde se refugiaba casi medio millar de personas incluyendo mujeres y niños.
Además de otros ataques contra infraestructuras cristianas, el Patriarcado Latino de Jerusalén denunció el 17 de diciembre que un francotirador israelí asesinó a una cristiana y a su hija en los terrenos de una iglesia católica en la ciudad de Gaza, algo que el Ejército de Israel negó.
Se estima que la minoría cristiana en la Franja de Gaza asciende a unas 1.000 personas, una comunidad que se ha ido aminorando desde que Hamás tomó el control del enclave en 2007. EFE