La ministra de Medio Ambiente chilena, que se encuentra en España, también subrayó que “la desigualdad” fue el “germen de malestar y afectó especialmente a la clase media”
La titular de Medio Ambiente del Gobierno de Chile, Carolina Schmidt, ha reconocido este miércoles que el Ejecutivo de Sebastián Piñera no estaba preparado para la oleada de protestas que ha sacudido el país durante el último mes, a las que se ha referido como “el despertar de chile”.
“Chile despertó porque la desigualdad es germen de malestar y afectó especialmente a la clase media”, explicó la ministra, que si bien destacó que el país ha sido un “modelo de éxito” en los últimos años –en términos de crecimiento económico y reducción de la pobreza–, ha reconocido igualmente que el fruto de esa gestión “no llegó por igual a todos los chilenos”.
Estas declaraciones han tenido lugar en Madrid (España), en el marco de un acto público previo a la celebración de la Cumbre del Clima. “No estábamos preparados para esta crisis, hemos cometido errores y lo sentimos profundamente”, manifestó Schmidt, que redundó en que “es difícil estar preparado para una crisis de esta magnitud”.
La acción de las fuerzas del orden
La ministra señaló que “la gran mayoría de las fuerzas del orden actuaron salvando vidas” durante las protestas, pero lamentó que “ha habido excepciones inaceptables”, asegurando que “no habrá impunidad” para sus responsables.
“Todos los hechos denunciados serán investigados con todo el peso de la ley”, aseguró Schmidt, insistiendo en que el Ejecutivo no se quedará “de brazos cruzados” ante las denuncias sobre abusos de los derechos humanos.
El coste del “despertar”
La ministra también ha reconocido que “el despertar de Chile ha tenido un coste para todos los chilenos”. “Se han perdido vidas, se han dañado bienes y se ha dañado la credibilidad de nuestras fuerzas de seguridad”, indicó Schmidt, que también aludió a la destrucción de 300.000 empleos.
Con todo, la titular de Medio Ambiente ha querido destacar que su Gobierno “ha sabido escuchar en menos de un mes” y ha logrado a un acuerdo para la elaboración de un nuevo texto constitucional, al que se ha referido como “una hoja en blanco, una Constitución del futuro en la que todas las voces quepan”.
“Chile no se quiebra, tiene coraje y tiene resiliencia y va a salir como un mejor país”, concluyó la ministra, que reconoció que “el despertar” de su país se produjo también gracias a la existencia de “nuevas generaciones, más educadas, con otros sueños y demandas y, sobre todo, con otras expectativas”.