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Donald Trump, quien aseguró su victoria en las elecciones, inicia ahora un proceso crucial para estructurar su administración para los próximos cuatro años. Con una ventana de 75 días para definir su equipo, el presidente electo se enfrenta al reto de llenar cerca de 4.000 puestos gubernamentales, desde secretarios de Estado hasta directores de agencias federales y comisiones.
Aunque algunos de estos nombramientos requieren la confirmación del Senado, los republicanos han recuperado el control de esta cámara. Esta mayoría podría facilitar la confirmación de sus elegidos. Trump promete un giro total respecto a la administración saliente de Joe Biden, y algunos de los nombres que ha mencionado para su gabinete ya están generando debate y controversia.
Robert F. Kennedy Jr.
Uno de los posibles nombramientos más polémicos es el de Robert F. Kennedy Jr., el sobrino del difunto presidente John F. Kennedy y excandidato presidencial independiente. Trump ha adelantado que Kennedy podría asumir el liderazgo de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). Esta declaracion ha causado inquietud entre muchos estadounidenses debido a las posturas del activista sobre las vacunas.
Kennedy, conocido por su activismo en contra de la vacunación, se ha convertido en una de las voces más controvertidas del movimiento antivacunas. A pesar de no contar con formación médica, sus declaraciones sobre el vínculo entre las vacunas y el autismo y sus teorías sobre el wifi y el cáncer han encendido las alarmas entre expertos en salud pública.
A pesar de la polémica, Trump parece decidido a ofrecerle un papel clave, y durante un mitin en Nueva York, aseguró que dejaría a Kennedy “hacerse cargo de la salud, la comida y los medicamentos” en su administración.
La confirmación de este nombramiento aún dependería del Senado. Aunque, en esta ocasion los republicanos tienen el control y la posibilidad de que Kennedy obtenga un cargo de relevancia se ve cada vez más probable.
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Elon Musk: El magnate tecnológico
Otro nombre que ha causado revuelo es el de Elon Musk, el CEO de Tesla y SpaceX, quien se ha convertido en uno de los principales apoyos de Trump en la campaña. Musk, considerado el hombre más rico del mundo, ha señalado que estaría dispuesto a colaborar con Trump. El magnate quiere crear una nueva comisión de eficiencia gubernamental. Según sus declaraciones, esta comisión buscaría recortar el presupuesto federal y eliminar el despilfarro en el gobierno.
Sin embargo, este posible nombramiento también genera preocupación debido a los conflictos de interés que podrían surgir entre sus empresas y el nuevo gobierno. Musk ha recibido numerosos contratos gubernamentales para SpaceX y Tesla. En esta ocasion, se interpreta que podría dar lugar a situaciones problemáticas si se le asigna un papel de influencia dentro de la administración.
El multimillonario, conocido por su enfoque disruptivo en los negocios y la tecnología, también ha señalado que su rol no sería necesariamente como miembro del gabinete, sino más bien como asesor o figura clave en la reforma administrativa del gobierno.
